Por Steve Connor / The Independent

as inyecciones diarias de insulina para pacientes de diabetes tipo 1 podrían volverse cosa del pasado, luego que científicos descubrieron que es posible producir grandes cantidades de células secretoras de insulina para trasplantes.

Por primera vez, investigadores han logrado producir cientos de millones de células pancreáticas maduras para tratar con éxito ratones diabéticos en periodos largos.

Los investigadores creen que las pruebas clínicas en humanos podrían comenzar en unos años, con implantes subcutáneos que harían innecesarias las inyecciones de insulina.

Células troncales humanas fueron inducidas a convertirse en células beta maduras –las cuales producen la hormona insulina dentro del páncreas–, usando un coctel de 11 factores químicos de crecimiento. Los pacientes de diabetes tipo 1 carecen de células beta porque su sistema inmune las destruye.

Científicos de la Universidad Harvard, en Massachusetts, que llevaron a cabo el estudio, señalaron que debe ser posible producir cantidades incrementables de células beta pancreáticas en biorreactores industriales y trasplantarlas a los pacientes. Esto produciría una cura efectiva para la enfermedad, que hoy requiere inyecciones diarias de insulina de por vida.

Si esta tecnología incrementable funciona tanto en la clínica como en la industria, el impacto sobre el tratamiento de la diabetes será un cambio médico tan importante como los antibióticos para las infecciones bacterianas, sostuvo Chris Mason, profesor de medicina regenerativa en el Colegio Universitario de Londres, quien no participó en el estudio.

Fabricar cantidades industriales de las células productoras de insulina en el páncreas ha sido un santo grial de la investigación de la diabetes y muchos intentos previos han llegado cerca, aunque ninguno ha logrado cantidades de células beta maduras que puedan rendir beneficios prácticos a pacientes de diabetes.

Ha habido informes previos de otros laboratorios que derivan células beta de células troncales, pero ninguno ha producido células maduras apropiadas para su uso en pacientes, comentó el profesor Doug Melton, quien encabezó el estudio, publicado en la revista Cell.

El mayor problema ha sido llegar a células que detecten glucosa y secreten insulina, y eso es lo que nuestro grupo ha logrado, señaló Melton, quien fue inspirado para emprender esta investigación hace 23 años, cuando su pequeño hijo Sam fue diagnosticado con diabetes tipo 1.

Los investigadores probaron unas 150 sustancias químicas diferentes y encontraron 11 que podían usarse en combinación para inducir a las células troncales humanas a desarrollarse en células pancreáticas maduras, las cuales produjeron cantidades confiables y significativas de insulina al ser trasplantadas a ratones diabéticos.

Nunca se puede estar seguro de que algo así funcionará hasta que se ha probado en numerosas formas. Hemos sometido estas células a tres pruebas separadas con glucosa en ratones y han respondido en forma apropiada, explicó Melton.

Además de ofrecer una nueva forma de tratamiento –y posiblemente una cura– para la diabetes tipo 1, los investigadores creen que también podría ofrecer esperanzas para el 10 por ciento de diabéticos de tipo 2 que tienen que depender de inyecciones regulares de insulina.

El profesor Doug Melton indicó que los ratones tratados con las células pancreáticas trasplantadas aún producen insulina muchos meses después de haber sido inyectados. Sin embargo, se requieren pruebas en monos de laboratorio antes de que la tecnología pueda transferirse a humanos.