Fidelia Córdoba Sosa, Arquera.

puño y lettra fide OK"Casi nadie practica ese deporte", esa fue la respuesta de mi madre cuando tenía 11 años y en una comida familiar la entrenadora Rosa María Ramos Carvajal me invitó a practicarlo.

Ansiosa por conocer ese deporte, fui al auditorio del municipio de San Gabriel Cuauhtla, en donde entonces se entrenaba... Ahí encontré, mi PASIÓN.

Inicié en categoría recurvo infantil en el año 2004, asistí a mi primer Olimpiada Nacional en el estado de Sonora.

El ser novato es una experiencia que jamás se olvida; llegar con un arco de madera, flechas de aluminio, cero experiencia y nada más grande que la emoción y los nervios de ver un campo de tiro, seleccionados nacionales y arcos profesionales.

Subí por primera vez al pódium en segundo lugar en el año 2006, en Olimpiada Nacional con sede en Tlaxcala, en categoría femenil compuesto cadete por equipos y en olimpiada Puebla 2007 repetimos en equipo un tercer lugar, en esos años todos los días entrenaba de 16:00 a 18:00 horas y fines de semana de 9:00 a 12:00 horas.

Eran las mejores horas del día para mí, no sólo era un deporte, se volvió mi vida entera.

Durante esos años, con apoyo de mi familia al comprarme mi primer arco, participé en campeonatos 3D en Puebla, indoor en el estado de México, nacional abierto en Guadalajara, incontables experiencias deportivas que todo arquero debería tener.

Fue el momento en que entrené con una sola meta, clasificar al Mundial de Turquía 2008.

Entrenando al doble, esforzándome más y elevando mis marcas, fue un año muy duro y con mi mayor logro deportivo, que fue quedar ubicada en segundo lugar en ranking internacional compitiendo contra Panamá en la Copa Mesoamericana Guatemala 2008.

Deportivamente me sentía muy fuerte pero anímicamente no, ya que los entrenadores del estado que en esos años estaban al frente me dieron la espalda y de manera independiente competí en lo que pensaba sería mi despedida en Olimpiada Nacional Monterrey 2008.

Sin lograr la clasificación al mundial que durante un año busqué, no sólo me dejaron sin apoyo deportivo, también de quienes eran mis amigos y familia del deporte.

Cuando un deporte se vuelve tu vida y tu pasión, por más que lo intentes no dejas de buscarlo y a pesar de que los entrenadores de Tlaxcala me habían literalmente prohibido acercarme al campo de tiro (ubicado ahora en las instalaciones del COBAT 01 "el sabinal" donde curse la preparatoria), regresé a buscar mi pasión.

En 2012, siendo mi primer año como universitaria,con apoyo y respaldo de Jair Morales Hernández (actual presidente de la Asociación de Tiro con Arco), consiguiéndome entrenadores de Puebla y personas que me ayudaron a armar y equipar mi arco, además, del director de deportes de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Así regresé, ahora en competencia de Universiada Nacional Veracruz 2012.Y posteriormente aún con las negativas y oposición de los entrenadores estatales, volví a participar a nivel estatal en Olimpiada Nacional Tijuana 2013.

Han sido años, deportivamente hablando difíciles, pero con resultados muy satisfactorios, clasificando a Universiada Nacional en 2012 y 2014.Este año 2015, nuevamente en el estado de Monterrey, por cuestiones de límites por edad que se establecen a nivel nacional, participé en mi última Olimpiada Nacional.

Llevándome en el alma, mente y corazón los mejores recuerdos de mi vida deportiva, con la satisfacción personal de luchar hasta el final por lo que amo y me apasiona, que es el tiro con arco.

Agradecida con todos los que en el camino me motivaron y apoyaron para no rendirme.

Cada vez que en mis manos sostengo mi arco y mi flecha, el corazón siente los nervios de aquella primera vez en Sonora y recuerdo a la pequeña novata de 11 años.

Ahora con 8 años de experiencias, incontables amigos, miles de flechas disparadas, lesiones en los hombros y manos, le digo ¡gracias! a la vida y al tiro con arco.

Que es una disciplina que me conectó con el deporte y el rigor que se requiere para llegar a colgarse una medalla, usar una playera con el nombre de tu estado y de tu país.

No le digo ni le diré adiós al deporte que durante un tiempo le dio sentido a mi vida y a mis esfuerzos, sólo llevaré en la mente una voz que me diga "última serie de práctica", para saber que esto aún sigue para mí.