UNAM: aspirantes adoptan métodos electoreros

unam1Excelsior.- A pesar de que se trata de un método de elección en que sólo 15 académicos hacen las valoraciones, la mayoría de los aspirantes a suceder a José Narro Robles en la rectoría de la UNAM optó por utilizar los métodos propios de un proceso electoral, como si el triunfo dependiera del voto directo de cada uno de los poco más de 400 mil universitarios, entre alumnos, académicos y trabajadores.

Ya en octubre del 2003, en la UNAM se vivió una expresión propia de los procesos electorales políticos, característicos de lo que ocurría en el viejo priismo, con la llamada “cargada” de sus tres sectores, el campesino, obrero y popular, en respaldo a un candidato presidencial.

Se trató de una carta firmada por 46 de los 51 directores de escuelas, facultades e institutos que existían en aquel entonces en la institución académica y que apareció casi a la par de la emisión de la convocatoria de la Junta de Gobierno de la UNAM, y que fue en respaldo al entonces rector Juan Ramón de la Fuente para que continuara en la rectoría, pero que fue interpretada como una forma de exclusión a priori hacia cualquier universitario que aspirara al cargo.

Sin embargo, para ese momento, el proceso de sucesión de la UNAM, por parte de quienes aspiraban a dirigirla, se circunscribía a reuniones con grupos de académicos y de estudiantes en diferentes facultades y escuelas.

Ya desde 1996, cuando se abrió el proceso de sucesión, ante el fin de ocho años de rectorado de José Sarukhán, los aspirantes a la rectoría accedían a dar entrevistas; la mayoría de quienes hablaban frecuentemente con la prensa no tenía muchas posibilidades de ser llamados por la Junta de Gobierno; quienes estaban más fuertes eran más reacios a hacerlo; sin embargo, lo hicieron de manera menos profusa.

Posteriormente, en el proceso de sucesión del 2007, cuando concluyeron los ocho años de Juan Ramón de la Fuente y todo apuntaba a que José Narro Robles iba a ser favorecido, el proceso de sucesión en la UNAM tuvo dos innovaciones: la Junta de Gobierno salió de las instalaciones de Ciudad Universitaria para acercarse más a la comunidad de las escuelas y facultades ubicadas en otras entidades del país, y los aspirantes usaron páginas web para mostrarse ante la comunidad de la UNAM.

La siguiente sucesión, en la que José Narro logró su reelección, no tuvo mayores innovaciones, pero la actual, que implica cambio de rector, ha mostrado un estilo diferente entre los aspirantes, que es el uso de métodos utilizados en las elecciones populares.

El primer síntoma fueron los destapes de los aspirantes considerados fuertes, con dos meses de anticipación a la publicación de la convocatoria de la Junta de Gobierno, con lo cual rompieron el esquema tradicional de esperar el banderazo oficial. Sergio Alcocer, Rosaura Ruiz y Enrique Graue optaron por ese destape, aun sin el pronunciamiento oficial de apoyos por parte de la comunidad universitaria.

Después de la publicación de la convocatoria oficial, los aspirantes han decidido ser generosos en entrevistas en radio, televisión y prensa escrita; además, tienen sitios en redes sociales que les ayudan a mostrarse a la comunidad. Por ejemplo, Sergio Alcocer realizó un magno evento para anunciar su candidatura, con tanto apoyo logístico que pareció la ceremonia de toma de posesión de un Rector, que se realiza en la escuela de origen y con convocatoria abierta a toda la comunidad.

Héctor Hernández Bringas, coordinador de Planeación, Presupuestación y Evaluación de la UNAM, ha realizado diferentes visitas a sedes de la Universidad Nacional fuera del Distrito Federal y llama a sus simpatizantes a enviar a la Junta sus expresiones de apoyo.

De igual forma, diversos aspirantes han abierto canales de expresión para los universitarios, a fin de que les hagan llegar sus propuestas a integrar en su Plan de Trabajo 2015-2019, que entregarán este lunes a la Junta de Gobierno, para que las vean reflejadas a partir del martes, cuando se harán públicos todos los proyectos.

Estilos más cercanos a los de candidatos a puestos de elección popular que a las tradicionales formas de participación de los académicos en los procesos de sucesión de la rectoría.