Sin duda, uno de los puntos fundamentales de esta reforma estructural, es liberar el potencial de Pemex a través de cambios de fondo que eliminen obstáculos para que retome su liderazgo a nivel internacional”, señaló.
En ese sentido, dijo que, la libre importación a partir del primero de abril próximo, habla de la visión a futuro que ha caracterizado al Gobierno del Presidente Peña Nieto, pues esperar hasta el 2018 sería desaprovechar las oportunidades que se presentan hoy y ello ya no tiene cabida en el mundo.
Anticipar la viabilidad de que empresas privadas importen gasolinas, va a permitir una mayor inversión del sector en momentos en que los recursos públicos requieren ser invertidos en programas sociales, a favor de las familias mexicanas; en tanto que Pemex podrá enfocarse en áreas estratégicas, al tiempo de que la población podrá elegir la gasolina de su conveniencia”, manifestó.
Finalmente subrayó que la sana competencia productiva en el sector se traducirá en generación de empleos y creación de infraestructura, además de beneficios concretos para los consumidores directos de gasolina, así como para el transporte público y la movilidad de alimentos y productos.