NOTICIAS MVS.-Autoridades tradicionales y civiles de Rosarito, Presidio de los Reyes y Mesa del Nayar, asentadas en la cuenca del río San Pedro en Nayarit, rechazan el proyecto hidroeléctrico "Las Cruces" por representar "una amenaza directa" a santuarios sagrados y territorio natural. Exigen respeto a sus derechos, su patrimonio ambiental y cultural, y la cancelación definitiva de la obra.Odilón de Jesús López integrante del Consejo Náyeri y vocero del movimiento Río San Pedro Libre, señaló que "la imposición de la hidroeléctrica Las Cruces afectaría irreversiblemente el patrimonio cultural, ambiental y económico de las comunidades que habitan en la cuenca, al propio río San Pedro y a Marismas Nacionales".
Los habitantes de la cuenca se han organizado para defender sus derechos y su territorio, "no estamos solos en esta lucha contra el despojo; somos muchos los que exigimos la cancelación definitiva de la presa", agregó el vocero.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) ya otorgó los permisos ambiental y de uso de agua para la operación y construcción de la hidroeléctrica, "sin haber garantizado el derecho a la consulta previa de los pueblos Náyeri, Wixárika, Tepehuano y Mexicanero" afectados por el proyecto.
La SEMARNAT condicionó la autorización a que la Secretaría de Energía "compruebe la realización de una consulta a los pueblos indígenas, lo cual debería haber ocurrido antes de emitir las autorizaciones", dijo Sandra Moguel, abogada de AIDA.
López Cánare agregó que el movimiento Río San Pedro Libre es la respuesta social organizada frente a la imposición de la presa Las Cruces, y representa a comunidades de la cuenca del San Pedro y Marismas Nacionales en riesgo de ser afectadas directa o indirectamente por el megaproyecto, y en lo ambiental tanto como en lo social.
Dentro de la campaña de denuncia, este sábado 23 se proyecta en el Foro al aire libre de la Cineteca Nacional el documental "Historias de la Sierra Madre", un filme de Osiris Ponce, basado en testimonios de vida y lucha contra el despojo de activistas pertenecientes a las culturas wixárika (huichol) y náyeri (cora). La entrada es libre.