La polipíldora contiene los tres medicamentos necesarios para la gente que ha sufrido un infarto, lo que facilita su uso a una sola toma, reduciendo el riesgo de que el paciente olvide tomar su medicamento y con ello incremente el riesgo de sufrir otro evento cardiaco.
Además, este medicamento implica también una reducción de gastos, ante la posibilidad de un nuevo ingreso para atención hospitalaria por un segundo infarto.