Mujer indígena entre la discriminación y superación

mujeres indigenasEllas, Fabiola y Melida, son ejemplo de perseverancia, cada día demuestran que su condición como mujeres indígenas no es una limitante para alcanzar sus sueños.

Fabiola es originaria de Hondzonot, una comunidad maya en Tulum, Quintana Roo, hace unos años, junto con un grupo de mujeres de su pueblo, empezó a practicar un deporte parecido al béisbol.

Empezamos a jugar con las pelotitas de tenis, esas verdecitas, nos regalaron una y empezamos a jugar con bates de madera’’, aseguró Fabiola May Chulim, indígena maya, capitana de las “diablillas mestizas de Hondzonot.

En su comunidad desaprobaban esta práctica, porque las mujeres, decían, debían estar en su casa.

Fue muy difícil al principio porque salían las personas no a apoyarnos sino a criticarnos, a ofendernos, pero eso no nos importó y le seguimos’’, afirmó Fabiola May Chulim, indígena maya, capitana de las “diablillas mestizas de Hondzonot.

En un torneo local, funcionarios de la dirección del deporte de Tulum les dijeron que lo que practicaban no era un deporte como tal, les ofrecieron un entrenador de softbol y lo aceptaron... lo que no aceptaron fue cambiar su uniforme, ellas continúan jugando descalzas y con su huipil, sello distintivo que ha hecho famoso a su equipo "Las diablillas mestizas de Hondzonot".

Todo donde hemos ido a jugar se llena mucho el estadio’’, afirmó Fabiola May Chulim, indígena maya, capitana de las “diablillas mestizas de Hondzonot.

Ahora entrenan arduamente para volverse profesionales.

Melida es una indígena seri, también busca volverse una profesional, pero en el campo de la nutrición, ella estudia la licenciatura en la Universidad de Hermosillo, es apenas la segunda mujer de su comunidad, conformada por unas mil personas y ubicada en Pitiquito, Sonora, en alcanzar ese nivel de estudios, su abuelo, dice fue quien la motivó a superarse, a pesar de que en su comunidad no era bien visto que las mujeres estudiaran.

Él siempre nos impulsaba, nos metió esa idea desde que estábamos pequeños, entonces yo crecí normalizando eso en mi casa, porque en toda la comunidad no era lo normal’’, aseguró Melida Maday López Perales, indígena seri, estudiante de licenciatura.

Coartar a las mujeres para que realicen sus sueños, dice, es un tipo de violencia normalizada en su comunidad.

A lo mejor no tanto violencia de que lleguen a golpes con sus mujeres o una cosa así, pero sí les limitan de que oye tú no puedes hacer esto, tú no aquello porque tú eres mujer, eso es violencia’, aseguró Melida Maday López Perales, indígena seri, estudiante de licenciatura.

Gracias a que ellas han superado estas prácticas machistas en sus comunidades, fueron invitadas a participar este lunes en la conferencia matutina del Presidente López Obrador, junto con otras cinco mujeres destacadas y funcionarias del Gobierno Federal.

Melida considera que esto es una oportunidad para ser escuchadas.

Que se haya pensado en nosotros para que nosotros compartiéramos nuestras experiencias, nuestras inquietudes, nuestro punto de vista, pues yo creo que es muy importante que se nos dé este espacio para hablar’’, aseguró Melida Maday López Perales, indígena seri, estudiante de licenciatura

Para Fabiola es un sueño vuelto realidad.

Es algo muy emocionante porque a los tres meses que yo formé este equipo yo quería que supieran de mi equipo, cómo jugaba y a los tres meses hasta soñé que llegaba el presidente que llegaba el presidente a vernos ahí con su avión, pero pues nunca imaginé que ese sueño ahorita ya yo pueda lograr verlo y hablar con él’’, consideró Fabiola May Chulim, indígena maya, capitana de las “diablillas mestizas de Hondzonot.

Historias las de ambas, que demuestran que cualquier mujer, sin importar su condición, puede lograr lo que se proponga.

Ahorita la pregunta no es quién nos dará permiso sino quién nos podrá detener’’, concluyó Fabiola May Chulim, indígena maya, capitana de las “diablillas mestizas de Hondzonot.