El presidente Barack Obama presionó hoy al Congreso estadunidense para reemplazar el programa educativo “Que Ningún Niño se Quede Atrás” con una nueva ley que reduzca el uso excesivo de exámenes estandarizados e invierta más en nivel preescolar.

En su discurso radial semanal, el mandatario propuso depender menos de la exámenes estandarizados, un programa creado durante la presidencia de George W. Bush que ha sido impopular entre los sindicatos de docentes, ya que se llevó a cabo en 2001.

“Durante décadas nos hemos gastado el dinero en educación sin asegurarnos primero de que nuestras escuelas realmente iban mejorando, ni de si los maestros tenían las herramientas necesarias para su trabajo (...) y nuestros hijos a menudo pagaban las consecuencias”, dijo.

El mandatario señaló que este año quiere trabajar con el Congreso “por una ley más inteligente (...) que invierta más en los años de preescolar y que le ofrezca a todos los niños una oportunidad en la economía nueva”.

“Tiene bastante sentido común que un proyecto de ley educativo realmente mejore la educación. Sin embargo, en este preciso momento, hay un proyecto de ley republicano en el Congreso que haría lo opuesto”, apuntó.