EFE.- Roma, Italia. El nuevo presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, está sorprendiendo en los primeros días de su septenio en el cargo al elegir para sus viajes un vuelo regular, el tren o incluso el tranvía como si fuera un pasajero más.

 

Mattarella asombró a los italianos cuando horas antes de su elección como jefe de Estado mientras era aún juez del Tribunal Constitucional se movía por las calles de Roma a bordo de un discreto Fiat Panda gris.

Su primera salida oficial tras ser elegido presidente italiano por el Parlamento fue un largo paseo andando de ida y vuelta desde su residencia a la iglesia donde asistió a la misa dominical.

Por ello, la pregunta en el país era si este austero y discreto jurista mantendría este nivel de vida tras su mudanza al palacio del Quirinal.

Aunque en los límites impuestos por la seguridad, Mattarella continúa paseando con asiduidad, sobre todo sorprendió cuando la semana pasada se presentó en el aeropuerto romano de Fiumicino con su maleta para embarcar en un vuelo regular de la compañía italiana Alitalia con destino a su ciudad natal, Palermo.

Las fotos de Mattarella que recorría la pasarela de acceso al avión junto con el resto de pasajeros, que se detenía saludando a los pilotos y que ocupaba su asiento fueron noticia en la prensa italiana.

Mattarella tenía previsto hoy participar en la inauguración de los cursos de la escuela Superior de la Magistratura en Florencia y para viajar llegó a Termini, la estación central de Roma, y se subió al 'Frecciablanca', el tren de los Ferrocarriles del Estado con destino a la capital toscana.

A su llegada a la estación de Santa María Novella, al igual que los florentinos y los miles de turistas que visitan la ciudad, se subió al tranvía que le llevaba a la localidad de Scandicci, a unos 20 minutos del centro.

Aunque estaba todo previsto y su vagón se vació para la ocasión, Matarella viajó con el alcalde Dario Nardella, el delegado de Gobierno, Luigi Varatta, y toda la delegación.

Algún pasajero que llevaba varios minutos esperando el tranvía quiso acomodarse en ese vagón, pero se le indicó que estaba reservado por motivos de seguridad.

El paseo en tranvía, además de solución para evitar el tráfico o causar inconvenientes a los ciudadanos, fue elegido, según medios italianos, para concienciar de la necesidad de usar medios públicos de transporte y sobre todo si emplean solo energía eléctrica como en este caso.