Este lunes 28 de julio se conmemora el Día Mundial de la Hepatitis, una enfermedad que puede ser mortal, pero prevenible. Este padecimiento es viral y se clasifica con las letras: A, B, C, D y E. Las más agresivas son las del tipo B y C, capaces de causar infección del hígado y terminar en cirrosis o cáncer.

Se calcula que en el mundo 390 millones de padecen esta enfermedad. La mayoría de los infectados no lo sabe. Los de tipo A y E se transmiten por comida o agua contaminadas.

Los de clase B, C y D por transfusiones de sangre, equipos equipo quirúrgicos contaminados, tatuajes, piercings y productos cosméticos; pero la B también se contrae por contacto sexual.

En México, existen 1.2 millones de personas con hepatitis C y cada año se registran 19 mil 300 nuevos casos. De acuerdo con especialistas del hospital Siglo XXI, las complicaciones causadas por este padecimiento son consideradas la cuarta causa de muerte en el país y sólo por arriba la diabetes.

Las personas con hepatitis presentan los siguientes síntomas: la piel y la conjuntiva de los ojos se ponen amarillas, obscurecimiento de la orina, debilidad, náuseas, vómito y dolor en el abdomen.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a los gobiernos a actuar en contra de la hepatitis que cada año produce 1.4 millones de muertes en el planeta.