Esto tras una solicitud de Turquía para discutir asuntos de seguridad, tras el atentado suicida en el país y luego de que iniciara la ofensiva contra posiciones del Estado Islámico.
Alemania, Holanda y Estados Unidos enviaron cada uno dos baterías antimisiles Patriot y soldados para operar los sistemas al inicio del 2013, después de que Turquía solicitara a la OTAN asistencia para reforzar la seguridad de su frontera debido a la guerra civil en Siria.