europaAFP, DPA y Reuters.- En plena crisis europea por la llegada de miles de migrantes desde África y Oriente Medio, el presidente de República Checa, Milos Zeman, se dirigió con dureza a los ilegales, recordándoles que “nadie” los “invitó” a su país.

“Nadie los invitó aquí. Y como ya están aquí, deben respetar nuestras reglas, al igual que nosotros respetamos las reglas cuando vamos a su país”, declaró, en una entrevista difundida en la web del diario Blesk.

“Si no les gusta, márchense”, añadió el jefe de Estado checo.

El mensaje de Zeman llegó luego de que la policía empleó gas lacrimógeno para contener a un centenar de inmigrantes en espera de expulsión que trataban de escapar de un centro de internamiento en Bela-pod-Bezdezem.

Se trataba principalmente de personas de Afganistán, Pakistán e Irán, según la portavoz de la policía de extranjería, Katerina Rendlova.

“A esa gente la podemos ayudar mejor en su propio territorio”, consideró Zeman. “Debemos obrar para reprimir los regímenes terroristas, en particular del Estado Islámico, para eliminar la causa principal de la marcha” de emigrantes hacia Europa.

Según un sondeo, 70.8% de los checos son reticentes a acoger a migrantes.

París y Londres pactan colaborar

Tras una semana de acusaciones por los intentos de cientos de migrantes de cruzar el Canal de la Mancha a través del Eurotúnel, los gobiernos de Francia y Reino Unido mostraron ayer su voluntad de poner fin “juntos” al problema.

“Poner fin a esa situación es una prioridad absoluta. Nuestros dos gobiernos están determinados a conseguirlo, y a conseguirlo juntos”, afirmaron los ministros del Interior francés y británico, Bernard Cazeneuve y Theresa May, en una declaración conjunta publicada por el diario francés Le Journal du Dimanche.

La muerte de un migrante en la madrugada del miércoles y miles de intentos de cruzar por el Eurotúnel, reavivió las tensiones bilaterales.

Los ataques de los tabloides británicos, que acusan a Francia de cobardía y de incompetencia y piden a Londres que envíe el ejército a Calais, desde donde los migrantes intentan ingresar al Eurotúnel, le sentaron muy mal al Ejecutivo francés.

“Estamos frente a poblaciones que ya no aguantan más”, declaró el viernes el presidente francés, François Hollande, tras anunciar que tendría ese mismo día una “conversación” con el primer ministro británico, David Cameron.

“Si continúa sin proponer nada más, dejemos que se vayan los migrantes y que el señor Cameron gestione su política a su manera, pero en su isla”, dijo por su parte el exministro francés y diputado conservador Xavier
Bertrand.

Los británicos tienen que “aceptar abrir una zona de tránsito o un campo de refugiados en su territorio para filtrar ellos mismos a los migrantes”, opinó por su parte la alcaldesa de Calais, Natacha Bouchart.