En un documento informativo, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF, por sus siglas en francés) justificó las medidas excepcionales adoptadas en sus trenes “en el fenómeno migratorio sin precedentes” que vive Europa durante este año.

“Dimos la consigna de tratar a esas poblaciones con una muy gran humanidad”, explicó la compañía, que recibió duras críticas por dar boletos gratuitos a inmigrantes por parte de políticos conservadores y de la ultraderecha francesa.

Los viajes gratuitos para migrantes se autorizaron, “en algunas escalas”, sobre todo del norte de Francia, desde el 5 de octubre pasado y durarán “hasta nuevo aviso”, según un documento interno de la SNCF.

“Algunas escalas pueden emitir, si las condiciones lo permiten, reservas a cero euros como medidas excepcionales para facilitar la regulación de la vida a bordo (de los trenes) y el confort de los otros pasajeros”, publicó la compañía pública.

La decisión fue duramente criticada por políticos conservadores y ultraconservadores.

“Los otros antes que los nuestros: para los migrantes el tren es gratuito. Gracias SNCF”, publicó en su cuenta de Twitter una de las líderes del partido ultraderechista Frente Nacional (FN), Marion Maréchal-Le Pen.

“La SNCF ofrece el tren gratuito a los migrantes. Y ¿por qué no también les da el restaurante de por vida?”, comentó a su vez el presidente municipal de Béziers (sur), el ultraconservador Robert Ménard.

El director de comunicación de la empresa, Christophe Peidnoël, defendió la decisión y explicó que “la gran mayoría de los migrantes están en regla y les hace falta un boleto para viajar”.

“No se trata de morosos reincidentes que no pagan” sus boletos, subrayó el director de comunicación de la empresa ferroviaria.

El funcionario explicó que los migrantes pagan de todos modos una parte simbólica de los boletos y afirmó que menos de 10 de momento se han beneficiado de boletos totalmente gratuitos y que la medida ayuda a la organización del tráfico de pasajeros y a su bienestar.