Sin título 1Ginebra.- (La Jornada) A pesar de las mejoras en seguridad vial, cada año mueren cerca de 1.25 millones de personas en el mundo como consecuencia de accidentes de tránsito, según el informe sobre seguridad vial 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Las muertes por accidentes de tránsito tienen un costo inaceptable, sobre todo en las personas pobres de los países pobres", dijo a la prensa la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS, con motivo del lanzamiento del informe.

Europa, en particular los países más ricos de la región, tiene las tasas de mortalidad más bajas per cápita, en cambio, África tiene la más alta.

A pesar del gran número de personas que pierden la vida por causas de seguridad vial, el número de muertes se está estabilizando al tiempo que la cantidad de vehículos de motor ha aumentado en todo el mundo rápidamente, al igual que la población mundial.

En los últimos tres años, 79 países han visto una disminución en el número absoluto de víctimas mortales, mientras que 68 países han visto un aumento, constató el informe.

Los países que han tenido más éxito en la reducción del número de muertes de tráfico han logrado esto mediante la mejora de la legislación, su aplicación, y al hacer que las carreteras y los vehículos sean más seguros.

"Nos estamos moviendo en la dirección correcta", observó Chan.

"El informe muestra que las estrategias de seguridad vial están salvando vidas. Pero también nos dice que el ritmo del cambio es demasiado lento”, consideró.

Según el informe, una gran brecha todavía separa a los países de altos ingresos de los de ingresos bajos y medios, donde el 90 por ciento de las muertes de tráfico se producen a pesar de tener sólo 54 por ciento de los vehículos del mundo.

El informe también subrayó que algunos vehículos que se venden en el 80 por ciento de todos los países del mundo no cumplen las normas básicas de seguridad, especialmente en los países de bajos y medianos ingresos.

Destacó que al menos 105 países tienen leyes sobre cinturones de seguridad que se aplican a todos los ocupantes del vehículo y no solamente al conductor. Y 47 países tienen buenas leyes de velocidad y definen un límite máximo nacional urbano de velocidad de 50 kilómetros por hora.

Además, 34 países tienen una buena legislación de límite de alcohol al volante con derecho a una concentración de alcohol en sangre de menos de o igual a 0.05 gramos por decilitro, así como límites inferiores de menor o igual a 0.02 gramos por decilitro para los conductores jóvenes y noveles.

Por otra parte, los motociclistas son particularmente vulnerables, pues representan el 23 por ciento de todas las muertes por accidentes de tránsito.

En muchas regiones este problema es cada vez mayor. En la región de las Américas, por ejemplo, la proporción de muertes de motociclistas de todas las muertes de tráfico se elevó del 15 al 20 por ciento entre 2010 y 2013.

En las regiones de Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental un tercio de todas las muertes de tráfico corresponde a los motociclistas.

Los peatones y ciclistas también se encuentran entre los grupos con la menor protección, lo que representa el 22 por ciento y el 4.0 por ciento de las muertes mundiales, respectivamente.

"Quienes toman las decisiones necesitan repensar las políticas de transporte", dijo el director del departamento de la OMS para la gestión de enfermedades no transmisibles, discapacidad, prevención de violencia y lesiones, Etienne Krug.

"Mejorar el transporte público, así como hacer senderismo y ciclismo más seguro nos obliga a centrar nuestra atención en cómo los vehículos y personas comparten el camino”, consideró.

“La falta de políticas dirigidas a los usuarios vulnerables de la vía está matando gente y dañando nuestras ciudades”, concluyó.