carsonMobile, Alabama (La Jornada).- El aspirante a la candidatura presidencial republicana Ben Carson dijo este jueves que impedir el ingreso de “terroristas” disfrazados de refugiados sirios a Estados Unidos es similar a manejar un perro rabioso.

En diversos actos electorales en Alabama, Carson dijo que frenar la radicación de sirios en Estados Unidos no significa que el país carece de sentimientos humanitarios.

"Si hay un perro rabioso suelto en algún barrio, probablemente nadie pensará nada bueno de ese perro", dijo Carson a la prensa en un acto. "Esto no significa que ese alguien odie a todos los perros, sino que pone en marcha su intelecto".

Carson dijo que para "proteger a mis hijos... llamaría a la sociedad protectora de animales con la esperanza de que se lleven a ese perro y creen nuevamente un ambiente de seguridad".

"Asimismo", dijo, "debemos tener mecanismos de revisión que nos permitan determinar quiénes son los perros rabiosos, dicho con franqueza. ¿Quiénes son los que quieren venir aquí, hacernos daño y destruirnos?"

Reiteró el argumento en un acto en la Universidad del Sur de Alabama, donde dijo a cientos de partidarios que la prensa había malinterpretado sus declaraciones previas. "Eso es lo que hacen", dijo entre risas y aplausos.

Carson es uno de los pre candidatos republicanos que se han pronunciado por el cierre de las fronteras a los refugiados sirios tras los ataques en París que dejaron 129 muertos y cientos de heridos.

El grupo Estado Islámico se adjudicó la matanza y avivó los temores de que ocurran nuevos ataques en Europa y Estados Unidos.

Carson, un neurocirujano retirado que encabeza muchas encuestas nacionales y estatales con vistas a las elecciones primarias, dijo que ha conversado con legisladores republicanos en la Cámara de Representantes sobre los esfuerzos que han efectuado para establecer nuevos obstáculos al ingreso de refugiados sirios e iraquíes.

Decenas de demócratas se sumaron a la mayoría republicana en la cámara baja para aprobar un proyecto de ley que obligaría a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) a verificar los antecedentes de personas provenientes de esos países.

Los titulares de la FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y la inteligencia nacional tendrían que certificar ante el Congreso que cada refugiado "no presenta una amenaza a la seguridad de Estados Unidos", según la medida.