argentinaBuenos Aires, Argentina.- (Reuters) - El candidato de centroderecha Mauricio Macri se imponía el domingo en las elecciones presidenciales de Argentina, según los primeros resultados oficiales del balotaje que decidirá la profundidad de los cambios al modelo económico del país.

Macri obtenía el 53,5 por ciento de los votos frente al 46,5 por ciento de Scioli, con el 2,7 por ciento de las mesas escrutadas. Las cifras corroboraron la tendencia de cinco sondeos de boca de urna de medios privados divulgados antes, y los aliados del empresario comenzaron a proclamar la victoria.

"Estamos muy pero muy felices con lo que ha pasado hoy en la Argentina", dijo Marcos Peña, jefe de campaña de la alianza Cambiemos, frente a los eufóricos seguidores de Macri y cuidándose de dar datos concretos porque la ley impide difundir cifras hasta las 21.00 hora local (2400 GMT).

Impulsado por el cansancio de muchos argentinos con el estilo beligerante del oficialismo de centroizquierda, el estancamiento económico y la alta inflación, Macri, un ingeniero que gobierna la capital Buenos Aires, habría desplazado del poder al peronismo que gobierna Argentina desde hace 12 años.

"Esto parece un sueño (...), se viene otra Argentina, mejor en todo sentido. Tenemos una oportunidad única para demostrar, desde los errores del kirchnerismo (oficialismo), cómo se puede construir un país transparente en todo sentido", dijo a Reuters Ángela Torres, una médica de 43 años.

Con su propuesta de renovación de la política y combate a la corrupción, Macri, un ingeniero de 56 años, consiguió un amplio apoyo de los votantes pese a carecer de una gran estructura partidaria. En la primera ronda de octubre, sorprendió a propios y ajenos al quedar solo tres puntos detrás del claro favorito, Daniel Scioli, un ex campeón de motonáutica de 58 años.

Pero el domingo en el cuartel de campaña de Scioli una fuente de su equipo admitió que incluso sus propias cifras no le favorecían. Muchos se veían desanimados.

Scioli, un peronista que gobierna la provincia de Buenos Aires, apostaba a seducir a quienes querían un cambio frente a la gestión de la presidenta saliente Cristina Fernández pero temían que Macri aplique viejas recetas económicas neoliberales que traen malos recuerdos a los argentinos.

"Es muy temprano, todavía tengo esperanzas de que se dé vuelta el resultado. Pero si sigue así, realmente es un retroceso para el país", afirmó María Rosa Soria, una empleada de 44 años.

COINCIDENCIAS

Quien sea que finalmente se consagre tendrá que reactivar una economía estancada por la escasez de inversiones, controlar una alta inflación y reducir los niveles de inseguridad cuando asuma el 10 de diciembre.

Todo indica que el país girará hacia políticas más amigables con los mercados gracias a la victoria de su candidato preferido, luego de 12 años de fuerte intervención estatal, controles cambiarios y restricciones comerciales.

Aunque originalmente proponía la apertura irrestricta de los mercados y austeridad fiscal, Macri tuvo que prometer que mantendrá los subsidios a los más pobres y la gestión estatal de la petrolera YPF, entre otras medidas, ante el apoyo que tienen algunas políticas de la centroizquierda gobernante.

Como consecuencia de una fuerte baja de los precios de las materias primas que exporta, la economía de Argentina está estancada desde hace años después de una década de fuerte crecimiento impulsado por las ventas de granos como la soja y por un robusto mercado interno.

Aunque no dio demasiadas certezas sobre sus primeras políticas económicas, Macri ya adelantó que reduciría un cuestionado impuesto que grava los salarios altos y medios y la tasa a las exportaciones agrícolas, las principales fuentes de divisas del país.

Además dijo que buscará fortalecer las bajas reservas del Banco Central con un fuerte ingreso de divisas al país, devaluar el peso local e iniciar negociaciones con acreedores de deuda impaga que están trabando el acceso del país a financiamiento internacional.

Con un Congreso dividido y el poderoso peronismo en la oposición, una fuente del equipo de Macri dijo que si es consagrado como presidente, convocará a un diálogo amplio con gobernadores y representantes del actual oficialismo.