hispanosESTADOS UNIDOS (EXCELSRIOR).-El crecimiento y la potencialidad de los hispanos en Estados Unidos plantea desafíos para ellos como grupo, específicamente su traducción al poder político, y un reto para México, en particular, por su relación con la diáspora, dicen varios expertos.

“Los latinos están obteniendo resultados importantes en el plano educativo y económico, y están cambiando drásticamente el panorama político. En el transcurso de las próximas dos décadas estos logros tendrán implicaciones profundas para EU, México y el resto de América”, indicó un reporte del liberal Centro para el Progreso Estadunidense (CAP).

Con 55 millones de personas y un crecimiento que los convertirá en el mayor grupo hispanoparlante del mundo, los latinos de EU tienen ahora un poder económico cifrado en 1.5 millones de millones de dólares, que si fueran una nación independiente los colocaría en el sitio 12 entre las mayores economías.

La potencialidad política de los latinos se puede explicar con pocos números, incluso el que cada mes 50 mil jóvenes hispanos llegan a la edad de votar, explicó Dan Restrepo, investigador del CAP, cercano a la campaña electoral de Hillary Rodham Clinton y exconsejero de Seguridad Nacional para temas Latinoamericanos del presidente Barack Obama.

“Economía, demografía y corazón están del lado de los latinos. El gran reto es construir un músculo político propio que les permita entrar por la puerta grande a la corriente central de la sociedad estadunidense”, comentó por su parte César Romero, editor de la revista mensual Americanos.

“Económicamente los hispanos son una mina de oro. Demográficamente representan el futuro de EU. ¿Y políticamente? Como dijeran los clásicos, ahí está la cuestión”, apuntó.

La realidad es que hoy los hispanos carecen prácticamente de liderazgo. “Las causas son muchas y muy complejas”, explicó.

“Desde la edad misma de un sector muy amplio de esta comunidad, el modelo de vida típico del migrante de primera generación (trabajo, trabajo y sólo trabajo), hasta los modelos de liderazgo que conocían en sus países de origen.

“El hecho concreto es que entre los 55 millones de hispanos que viven en EU y representan el sector más dinámico de la economía nacional (con un valor de compra de 1.5 trillones de dólares anuales), su presencia política es uno de sus mayores puntos débiles”, dijo Romero.

De acuerdo con el reporte del CAP, “no es de sorprender que las instituciones políticas en EU hayan incrementado su atención hacia la comunidad latina, dada su creciente influencia política”.

Esa influencia se refleja en números: en las elecciones de 2012 votaron 11.2 millones de latinos, de los cuales, 75% apoyó a Obama. Y se espera que ese bloque se duplique en los próximos 15 años.

Durante una presentación en México, copatrocinada por el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), Restrepo precisó que cada mes 50 mil hispanos llegan a la mayoría de edad y, por tanto, pueden votar.

Pero aun con ese aviso los hispanos están lejos de ejercer plenamente su potencial político. Si en 2012 los latinos fueron importantes, el hecho es que más de la mitad de los posibles votantes del grupo (12.1 millones) no lo hizo.

Según el reporte, Obama ganó esa elección por tres millones de votos, lo que da idea del impacto del voto latino.

Para Restrepo es importante destacar que los latinos tienen un impacto directo en estados que suman 196 de los 270 votos electorales necesarios para ganar la Presidencia.

De hecho, se cree que los latinos serán “cruciales” en estados en disputa como Florida, Colorado y Nevada, donde el CAP estima que los votantes hispanos elegibles representan alrededor de 20% del total de votantes elegibles.

Sólo 45% de la población latina estadunidense es elegible para votar, comparado con 80% de los blancos no hispanos, 70% de los negros y más de 50% de los asiáticos.

“La conclusión que se desprende de estos números es que la fuerza de los latinos continúa muy por debajo de su potencial político”, señala el reporte.

Parte del problema es que hay más de cinco millones de inmigrantes mexicanos elegibles para volverse ciudadanos estadunidenses.

Pero para que los latinos se conviertan en el poder político que presagian sus números y su crecimiento, será necesario que establezcan objetivos comunes. “No hay líderes”, comentó el exembajador mexicano Enrique Berruga.

Por largo tiempo se han observado diferencias entre grupos latinos y entre méxico-estadunidenses, que constituyen casi dos terceras partes de la población latina de EU.

Por tanto, añadió el reporte, “se necesita hacer más para traducir su crecimiento poblacional en poder electoral”.

En ese sentido, tal vez las afirmaciones del republicano Donald Trump aporten el empujón que muchos necesitan para participar políticamente, dijeron varios expertos.

Raúl Rodríguez Barocio, de la Fundación México-Estados Unidos, hizo notar que no se puede hablar de los latinos como de un grupo monolítico. El que haya 28% de ellos dispuestos a votar por Trump habla de la disparidad de opiniones en la comunidad hispana, apuntó. Pero “podemos vivir con una proporción de 72 a 28”, comentó Restrepo.

ROMPERÁN EL RÉCORD
Estados Unidos se convertirá este siglo en el país con el mayor número de hispanoparlantes del mundo, de acuerdo con las proyecciones de población.

Hoy por hoy, de acuerdo con el Instituto Cervantes, un organismo semigubernamental español para la promoción de la cultura española, el mayor país hispanoparlante del mundo es México, con 121 millones.

Pero el segundo es Estados Unidos, con 41 millones de personas que hablan español como primera lengua y 11.6 millones más que son bilingües.

Eso pone a Estados Unidos por delante de Colombia (48 millones) y España (46 millones).

De acuerdo con el reporte “El Español una lengua viva”, del Instituto Cervantes, para 2050 la población hispana de EU podría rebasar a la población de México.

Cálculos indican que la población hispana en Estados Unidos podría llegar a 135 millones, pero la Oficina del Censo indicó en 2014 que más bien serían 106 millones.

EL RETO PARA LOS DEPORTADOS
Mientras España busca vincularse con los latinos estadunidenses, las naciones latinoamericanas, en general, y México, en particular, apenas comienzan a entender su importancia, señaló un reporte del Centro para el Progreso Estadunidense (CAP).

El problema es tanto más agudo, porque en los últimos cinco años miles de jóvenes mexicanos que llegaron ilegalmente a Estados Unidos llevados por sus padres fueron deportados a un país que no conocen y no encuentran una inserción fácil en el país donde nacieron.

Para Raúl Rodríguez Barocio, de la Fundación México-Estados Unidos, la relación entre México y su diáspora, en especial la forma en que México trate a los jóvenes “soñadores” deportados, tiene una importancia creciente en la relación bilateral.

En el marco de la presentación de un reporte del CAP sobre la importancia política de los hispanos estadunidenses en la política de ese país y de México, Rodríguez Barocio advirtió que la forma en que México trate a los dreamers deportados “será la prueba del ácido”, en la relación entre los mexicanos y los mexico-estadunidenses.

En términos generales, los jóvenes deportados han tenido que lidiar con una cultura que no conocen. De hecho, sólo hasta este año la Secretaría de Educación Pública aceptó revalidar sus estudios en EU, pero las instituciones de enseñanza superior no lo han hecho.

Y mientras España busca vinculaciones, el reporte del CAP destacó que “hasta hace poco tiempo, las iniciativas del gobierno mexicano a través de entidades como el Instituto de los Mexicanos en el Exterior estaban dirigidas estrictamente a los mexicanos en EU y no hacia los mexicano-americanos, dejando de lado una dimensión muy importante de su identidad”.

“No nos conocemos”, comentó Carlos Heredia, especialista del CIDE, al hacer notar que hay preconcepciones entre EU y México y que, en lo particular, la relación de México con los dreamers (soñadores) tiene una importancia considerable.

De acuerdo con el CAP, en años recientes han surgido iniciativas que buscan cerrar distancias entre mexicanos y mexicano-americanos, como la Fundación Estados Unidos-México, la Iniciativa de Liderazgo Mexicano-Americano (MALI), y el Centro Cisneros para Nuevos Americanos.

Pero su trabajo equivale a unos primeros pasos. “En la medida en que se amplíe su influencia política y económica, los latinos de EU jugarán un papel mucho más relevante en la definición de la relación de EU con los países latinoamericanos”, señaló el CAP.

En ese sentido subrayó que los países del hemisferio americano (incluyendo a EU) deben entender que para un hispano, una identificación fuerte como estadunidense y la lealtad hacia su país puede coexistir con fuertes lazos hacia su nación de origen.