brasilcarnavalefe600EFE.- El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, pidió a la población que no se olvide del combate al mosquito que transmite el zika y el dengue durante las fiestas de carnaval que empezaron este viernes y se prolongan hasta el martes.

"No se olviden del mosquito, que ahora trae una enfermedad nueva, el zika", dijo Paes en la ceremonia en la que se inauguró el carnaval más multitudinario de Brasil.

La propagación del zika y su posible asociación con el aumento de los casos de microcefalia en recién nacidos ha llevado al Gobierno brasileño a declarar el estado de emergencia sanitaria en todo el país.

En la ceremonia de inauguración del carnaval, celebrada en el palacio de la Ciudad, sede de la Alcaldía, Paes entregó las llaves de Río al Rey Momo, personaje que identifica la fiesta y que, por tercer año consecutivo, está encarnado por Wilson Dias Costa Neto.

Como manda la tradición, el Rey Momo es un hombre de raza negra, gordo, bonachón y risueño y con unas grandes dotes para bailar samba.

El Rey Momo, vestido de amarillo y con una imponente corona, bailó los primeros pasos de samba de los cinco días de fiesta con la reina del Carnaval, Clara Cristina Paixão de Oliveira, que repite en el cargo por segundo año y lucía un vestido de noche dorado y con pedrería, y con las dos princesas de su corte.

Los discursos del Rey Momo y de Paes tuvieron alusiones a los Juegos Olímpicos que se celebran en esta ciudad en agosto próximo y que serán inaugurados exactamente dentro de seis meses.

La fiesta fue amenizada por la percusión de la escuela de samba de Beija-Flor, la campeona de los desfiles del año pasado, y también participaron varios representantes de la "vieja guardia", como se conocen a los octogenarios responsables de mantener las tradiciones de los grupos del carnaval.

Tampoco faltaron los integrantes de la Confraría do Garoto (Cofradía del Joven), un grupo integrado por trece hombres entrados en canas, vestidos con delantal blanco y bombín negro, que desfilan los viernes 13 con un ramo de ruda para espantar la mala suerte.