“El palacio de Planalto (sede presidencial) no pretende realizar ninguna reestructuración ministerial antes de cualquier proceso de votación en la Cámara. No tocaremos nada ahora”, ha afirmado este martes Rousseff, dirigiéndose a la prensa, tras realizar una visita a la Base Aérea de Brasilia (capital).

De este modo, la jefa del Ejecutivo brasileño respondía a las noticias publicadas por los medios de comunicación, que ha tachado de falsas y sin fundamento, por lo que ha criticado ese tipo de periodismo y abogado por ofrecer una información veraz.

Por otro lado, Rousseff ha hecho hincapié en la imposibilidad de que un Gobierno logre administrar el país sudamericano sin un acuerdo basado en el diálogo y estabilidad política.

"Si se desprestigian las reglas del juego, se desprestigia el propio juego democrático", ha manifestado.

En este contexto, ha alertado de la posibilidad de que ciertas personas abusen de la mala situación económica para publicar datos falsos contra su Gobierno. En este sentido, ha subrayado que la recuperación de economía depende inevitablemente de la estabilidad política.

La oposición, con el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, a la cabeza, acusa a Rousseff de haber ordenado el maquillaje de las cuentas públicas en 2014 para reducir el impacto de la desaceleración económica y asegurarse la reelección.

Una y otra vez, Rousseff ha cuestionado la legalidad del juicio político abierto en su contra. El 25 de marzo, dijo que un impeachment que carece de base legal es un golpe de Estado y ratificó, además, que recurrirá a todas las medidas legales para frenarlo.

El 17 de marzo, la Cámara de Diputados aprobó con 433 votos a favor y 1 en contra, la creación de una comisión especial para analizar una petición de destitución de Rousseff. Si esta comisión aprueba someter a la mandataria a juicio, está tendría que abandonar la Presidencia en mayo, pese a que su gestión cuenta con apoyo ciudadano.