La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ingresará este sábado al Salón de Honor del Congreso Nacional en Valparaíso para rendir la tercera Cuenta Pública de su segundo mandato.

A su llegada, la mandataria será recibida por el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, y por el titular de la Cámara Baja, Osvaldo Andrade. Se estima que el mensaje presidencial dure unos 90 minutos.

La rendición de esta Cuenta Pública ha generado mucha expectación, debido a que se da en un contexto complicado para Bachelet y su Gobierno.

Según medios locales, hasta el momento la mandataria solo ha logrado cumplir un 53 por ciento de las promesas adquiridas, además, varias leyes no han logrado ser promulgadas, lo que ha ocasionado mucha tensión al interior del conglomerado oficialista.

Ante este escenario, la atención este sábado se enfoca en cómo la dignataria resumirá los avances de su administración y las promesas que aún se mantienen están pendientes, entre las cuales destacan: la reforma a la educación superior y los alcances del veto presidencial a la reforma laboral, objetada parcialmente por el Tribunal Constitucional.

Avance de las promesas de Michelle Bachelet

Lo alcanzado hasta el momento

Cuando ha pasado poco más de la mitad del segundo mandato de Bachelet, algunas de sus promesas ya han sido cumplidas a cabalidad.

Hasta ahora, el Gobierno ha logrado dar cumplimiento completo al trámite legislativo para: la reforma tributaria, la gratuidad en la educación superior, el fin al binominal y la iniciativa para terminar con el lucro, el copago y la selección.

A mitad de camino

Si bien la reforma laboral ya había sido aprobada y se encontraba lista para su promulgación, el recurso que interpuso Chile Vamos ante el Tribunal Constitucional frustró los planes de instalar por completo este proyecto en el discurso del 21 de mayo.

El TC objetó por completo la titularidad sindical y presentó reparos parciales a la extensión de beneficios vía afiliación, lo que obligó al Gobierno a decidirse por vetar la reforma.

Los proyectos de alternativa pública para la administración de los fondos cotizados (AFP) y de despenalización del aborto en tres causales también se encuentran en discusión en el Congreso, con la mitad del camino recorrido para su aprobación.

Lo que aun es promesa

La promesa de una nueva Constitución aun le queda mucho camino por recorrer para convertirse en realidad. La mandataria prometió una Carta Magna discutida por completo en democracia, sin embargo, todavía falta definir la fórmula en la que esta iniciativa se materializará.

Otra de las promesas que aun no ha iniciado su recorrido hacia la realidad es la legalización del matrimonio igualitario, bandera de la campaña de Bachelet, que todavía no tiene indicios de ser presentada al Congreso.

EL DATO: Fue en esta administración donde se logró aprobar y promulgar el Acuerdo de Vida en Pareja.
Asimismo, el compromiso de derogar la ley reservada del cobre es un tema que ha sido recordado con frecuencia en los últimos meses, a propósito del escándalo conocido como “Milicogate”, en el cual se detectó un millonario desfalco en las compras del Ejército con los recursos canalizados de Codelco.

En contexto
Bachelet iba a tocar en su Cuenta Pública el tema de la reforma laboral que quería impulsar, pero que el Tribunal Constitucional echó para atrás al suprimir dos aspectos claves del proyecto: la titularidad sindical y la extensión automática de beneficios a nuevos afiliados.
Bachelet tampoco podrá hablar de la puesta en marcha de la agenda corta antidelincuencia porque el tema ha enfrentado a la coalición Nueva Mayoría, ya que algunos de sus miembros anunciaran que irán al Tribunal Constitucional porque consideran que el control preventivo de identidad para combatir la delincuencia puede vulnerar los derechos de los ciudadanos.
A este momento de crisis interna de la Nueva Mayoría se suma la crisis que vive otros de sus miembros, el Partido por la Democracia, de ser acusado de recibir financiamiento de la empresa minera Sociedad Química y Minera de Chile (SQM).
Otra situación álgida es que aunque se han realizado más de 3 mil encuentros locales para dialogar con los ciudadanos sobre el proceso constituyente, el Gobierno y el Consejo de Observadores han debido bajar el quórum de personas requeridas para convocar encuentros, así como los días de preparación de las reuniones, todo para fomentar la participación. A esto se une el desmarque de Chile Vamos, quien considera "ilegítimo" el proceso constituyente.