El golpe parlamentario contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff el 31 de agosto de 2016 ha desembocado en una crisis política y problemas de gobernabilidad en el gigante sudamericano, situación que llevado a la idea de adelantar las elecciones para el 2017.

De acuerdo a lo establecido las próximas elecciones deberían ser convocadas para finales del 2017 cuando se vence el periodo al mandatario interino Michel Temer, sin embargo las presión de las calles ha demostrado la poca popularidad de Temer y ha levantado dudas en quienes lo apoyan.

La destitución del presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cuhna en septiembre de 2016 por el juicio por casos de corrupción y la posibilidad de abrir ujn procedimiento judicial contra el presidente de la Cámara de Senadores Renan Calheiros han complicado la relación entre Gobierno y Congreso.

Elecciones anticipadas

De acuerdo con analistas las posibles elecciones anticipadas podrían profundizar aun más la crisis política en Brasil ya que tras un hipotético triunfo de Lula da Silva podría llevar a que la derecha impulsará un plan similar a lo sucedido con Dilma Rousseff y desconociera la voluntad popular.

Dilma Rousseff en la carta 'Mensaje al Senado y al pueblo brasileño', enfatizo la necesidad de una "profunda transformación de las reglas vigentes" provocada por el número excesivo de partidos y las "prácticas políticas cuestionables".

"Estoy convencida de la necesidad y daré mi apoyo total a la convocatoria de un plebiscito para consultar al pueblo sobre la realización anticipada de elecciones, así como la reforma política y electoral. Debemos concentrar esfuerzos para que se realice una amplia y profunda reforma política". Opino la presidenta separada de Brasil.

Entre las opciones para realizar un llamada a elecciones anticipadas está la posibilidad de que el Congreso elija al nuevo jefe de Estado (elección indirecta), sin embargo es necesario que Supremo Tribunal Electoral halle irregularidades en los fondos de la campaña de Rousseff del año 2014, lo que llevaría a anular el acto electoral, es decir Temer perdería su cargo.

El regreso de Lula da Silva

En un segundo escenario las elecciones anticipadas llevarían al retorno al poder de Luiz Inacio Lula da Silva, las constantes movilizaciones sociales en contra del gobierno de Temer han hecho que los simpatizantes del Partido de los Trabajadores formen nuevamente un frente que permita el regreso de Lula a la presidencia de Brasil.

Para los analistas una victoria de Lula da Silva no garantizaría la estabilidad política del país pues el socialista podría no lograr la mayoría en el Congreso para adelantar un gobierno sin la amenaza de un golpe político y mediático en su contra.

En la actualidad Lula da Silva cuenta con una alta intención de voto lo que de llevarse a cabo las elecciones su posibilidad de triunfo es posible.

Un gobierno de empresarios

Otro político que surge con posibilidad de victoria es el líder del Partido de la Social Democracia Brasileña, Aécio Neves quien ha sido señalado como uno de los principales impulsores del proceso de impeachment contra Dilma Rousseff, a partir de generar alianzas entre su partido y el Partido de Movimiento Democrático Brasileño PMDB, de Michel Temer. A diferencia del actual presidente, Neves es el auténtico representante del poder empresarial y mediático brasileño.

Esta asociación hace que de presentarse a unas elecciones reciba el apoyo necesario para salir victorioso y beneficie a sus aliados implantando medidas neoliberales en desmedro de las clases populares.

Lo antes expuesto que unas elecciones anticipadas beneficiarían a las elites económicas del país, por lo que podrían influir en las decisiones del Congreso para llevar adelante unos nuevos comicios antes del 2018.