En su principal editorial de este miércoles, el periódico trazó escenarios paralelos entre la tragedia humanitaria de estos menores latinos y la que vivieron los adolescentes atrapados en una gruta en Tailandia, rescatados esta semana.

Expuso que en contraste con la respuesta en Tailandia, donde un buzo perdió la vida tratando de rescatar a los adolescentes, en Estados Unidos una abogada que representa al gobierno ante una de las cortes donde se ventila el asunto, pidió ser excusada de sus labores para poder atender a su perro.

“Puede ser difícil para las personas normales entender que su propio gobierno, y sus agentes individuales, oficiales y abogados, están involucrados en un esfuerzo despiadado y sin razón para infligir tanta crueldad deliberada sobre las familias que buscan asilo” en Estados Unidos, señaló.

A la separación y envío de los menores a instalaciones "escuálidas, atemorizantes y cerradas" en varias partes del país, se sumó al absurdo de esperar que un niño de un año de edad explique a un juez su situación, y se impida a miembros del Congreso verificar lo que está sucediendo en los centros de detención.

“Este es el tipo de comportamiento que, cuando se lleva a cabo por quienes no son superpotencias, se lleva a las personas a la Corte Penal Internacional o a algún tribunal especial de crímenes de guerra”, indicó.

El diario consideró que la indiferencia de una mayoría de los estadunidenses ante esta tragedia, quizá se explique en lo que enseñan algunos expertos, en el sentido de para hacer creer a las personas una mentira, se debe hacer esta más grande.

“Y, aparentemente, si quieres hacer que la gente se quede quieta ante una atrocidad, hazla lo suficientemente grande como para que no tenga personalidad ni rostro humano individual”, apuntó el rotativo.

A ello se suman años de una falaz diatriba sobre inmigrantes indocumentados, y su nexo con pandillas y narcotraficantes y violadores, deshumanizándolos a los ojos de muchos estadunidenses, “de manera que no nos preocupemos por quienes son victimizados en nuestro nombre y con nuestro dinero”, denunció.

“Aquí, todo lo que podemos hacer es mantener viva la historia y esperar que el Congreso, este o el próximo, encuentre su voz y exija tanto respuestas como reparaciones a los damnificados por esta odiosa política pública”, asentó el periódico, el más importante de Utah.