0803 PapaCiudad del Vaticano, 3 Ago (Notimex).- El Papa recibió hoy en privado a Marinette Silva, la madre de la activista brasileña Marielle Franco, cuyo asesinato violento en Río de Janeiro el 14 de marzo pasado sacudió a Brasil.

Socióloga, catequista y consejera municipal por el Partido Socialismo y Libertad, su muerte coincidió con una serie de denuncias de su parte contra la militarización de Río y un programa policial de mano dura impulsado por el presidente Michel Temer.

“El encuentro fue muy bello y emocionante, pese al dolor que siento. Deseé mucho este encuentro para contarle personalmente lo que vivo”, sostuvo Silva sobre la audiencia con el Papa, que tuvo lugar en la residencia Santa Marta del Vaticano.

Durante una conferencia de prensa en Roma, la mujer reiteró su compromiso en el buscar la verdad sobre el asesinato de su hija y de su chofer, Anderson Pedro Gomes, abatidos por disparos de arma de fuego. Al Papa, a quien definió “un verdadero líder”, le agradeció su generosidad.

Pocos días después del asesinato, la hija de Marielle, de 19 años, le escribió una carta al Papa y este se comunicó telefónicamente algunos días más tarde.

Junto con la mujer, también fueron recibidos por Jorge Mario Bergoglio otros brasileños de la asociación “Amigos del Movimiento Sin Tierra”, quienes le explicaron la situación política y social de esa nación sudamericana, además de hablarle de una “crisis de poder” en el país.

Carol Proner, jurista, denunció que con la ayuda de los medios de comunicación se ha realizado una “lucha contra la corrupción selectiva” para afectar al expresidente Luis Inacio Lula Da Silva, quien se encuentra preso desde hace meses.

Ella misma declaró que el Papa mostró “preocupación” porque la prensa realiza “procesos mediáticos” difundiendo “calumnias” contra algunas personalidades políticas que, después, son puestas bajo la mira de jueces que actúan “sin respeto de la legalidad”.

Algo similar había señalado el pontífice la víspera, cuando recibió a varios políticos en audiencia, entre ellos Celso Amorim, quien fuera ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Lula Da Silva.

En una copia de un libro de entrevistas con el político brasileño, que Amorim le llevó, el Papa escribió una breve dedicatoria: “A Luiz Inacio Lula da Silva, con mi bendición pidiéndole rezar por mí, Francisco”.