1005 premio nobelNaciones Unidas, 5 Oct (Notimex).- El Premio Nobel de la Paz concedido a la activista yazidí Nadia Murad y al médico congolés Denis Mukwege es un reconocimiento a las víctimas de violencia sexual a menudo olvidadas en todo el mundo, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

“Al honrar a estos defensores de la dignidad humana, este premio también reconoce a innumerables víctimas en todo el mundo que con demasiada frecuencia han sido estigmatizadas, escondidas y olvidadas. Este es su premio también”, afirmó Guterres.

En un mensaje ofrecido en la sede de la ONU, Guterres expresó que el premio, anunciado este viernes, reconoce también que al defender a las víctimas de violencia sexual, Murad y Mukwege han defendido los valores compartidos por la humanidad.

Guterres explicó que el premio, además, “es parte de un creciente movimiento para reconocer la violencia y la injusticia que enfrenta la mitad de nuestra población de manera desproporcionada”.

Por ello, llamó a honrar a través de estos nuevos galardonados a las víctimas de la violencia sexual en todas partes.

Este año, además, se cumple una década desde que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara por unanimidad la violencia sexual como un arma de guerra.

Murad dio voz a un abuso indescriptible en Irak cuando los extremistas violentos del grupo terrorista del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) o Daesh atacaron brutalmente a las personas yazidí, especialmente a mujeres y niñas.

Como embajadora de buena voluntad desde 2016 para la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito desde 2016, Murad ha buscado apoyo para las víctimas de la trata de personas y la esclavitud sexual, así como justicia para los perpetradores.

“Su poderosa defensa ha conmovido a personas de todo el mundo y ha ayudado a establecer una investigación de vital importancia para la ONU sobre los crímenes atroces que ella y muchos otros sufrieron”, opinó Guterres.

Por su parte, Mukwege ha sido un valiente defensor de los derechos de las mujeres atrapadas en conflictos armados que han sufrido violaciones, explotación y otros abusos horrendos.

A pesar de las amenazas regulares a su vida, Mukwege hizo del Hospital Panzi en la República Democrática del Congo un refugio para el maltrato. La ONU ha apoyado sus esfuerzos.

“Mukwege ha sido una voz fuerte que llama la atención del mundo sobre los crímenes impactantes cometidos contra las mujeres en tiempos de guerra. Como cirujano experto y sensible, no solo sanó cuerpos destrozados sino que también restauró la dignidad y la esperanza”, declaró Guterres.

Grupos civiles también celebraron la decisión. El secretario general de Amnistía International (AI), Kumi Naidoo, resaltó el valeroso trabajo de los galardonados en defensa de las víctimas de la violencia sexual en conflicto.

“Son faros de esperanza en un mundo donde la violación y otras formas de violencia sexual siguen siendo una característica frecuente y horrible de los ataques en tiempos de guerra, a menudo utilizados para brutalizar, silenciar y difundir el miedo”, aseguró Naidoo.

Por su parte, Rob Berschinski, vicepresidente de política de Human Rights First, manifestó que pocas personas han hecho más por llamar la atención a la violación como un arma de guerra que Murad y Mukwege.

Añadió que los galardonados han también luchado contra el estigma tan frecuente e injustamente vinculado a las víctimas de estos crímenes abominables, y por exigir la responsabilidad de los perpetradores.