0101 policia alemanaBerlín, 1 Ene (Notimex).- La policía de Alemania investiga el atentado cometido durante la noche de Año Nuevo en Bottrop, una ciudad de Renania del Norte Westfalia, cuando un conductor arrolló con su vehículo a cuatro personas, en un acto que podría ser considerado como xenófobo.

La policía informó que el conductor quería “matar tantos extranjeros como fuera posible”, las víctimas de su atentado son ciudadanos sirios y afganos, dos adultos y dos menores, todos resultaron con heridas.

El hombre, de 50 años, entró con su automóvil en una zona peatonal y atropelló a cuatro personas, una de ellas es reportada en estado grave.

El ministro del Interior de Renania del Norte Westfalia, Herbert Reul, informó que el individuo quería matar extranjeros. Agregó que se está investigando y que se le otorga gran importancia a ese suceso.

El hombre condujo su automóvil a una zona peatonal para atropellar a un paseante, pero éste consiguió ponerse a salvo y evitar el ataque, según testigos.

El conductor se dirigió enseguida al centro de la ciudad y en la Plaza Berlín se lanzó con el auto contra gente que celebraba la llegada del Nuevo Año con fuegos pirotécnicos.

La policía informó que el hombre, cuya identificación se mantiene en reserva, fue detenido en la ciudad de Essen, donde trató de matar a otro extranjero.

Según las primeras investigaciones, el atacante lanzó frases xenófobas y esta enfermo sicológicamente.

En Alemania, la xenofobia aumentó desde que la canciller federal, Angela Merkel, decidió abrir las fronteras del país a un millón de refugiados procedentes de Medio Oriente y del Norte de África.

En este país europeo se han registrado casos en los que la policía no detecta el trasfondo xenófobo y los hechos pasan como delitos comunes y no políticos.

Uno de los casos xenófobos más graves se registró en 1999 con una serie de atentados cometidos por una célula terrorista neonazi en varios lugares de Alemania.

Una mujer que fue miembro del núcleo de la célula “Clandestinidad Nacionalsocialista” (NSU), identificada como Beate Szschaepe, es la figura central en el juicio que aún se lleva a cabo.

Según las investigaciones, en este caso hubo complicidad de la policía, manipulación y destrucción de documentos oficiales e indiferencia, ya que la autoría de las nueve muertes se atribuyó a pleitos entre extranjeros y no fueron investigados a fondo.