El motín inició este lunes a las 07:00 horas locales con el enfrentamiento de dos grupos rivales recluidos en la cárcel en la ciudad de Altamira, en el norteño estado brasileño de Pará, que dejó 57 muertos, 16 de ellos decapitados.

El gobierno local ordenó el traslado de 36 detenidos sospechosos de haber participado en la riña a centros estatales en Pará, mientras otros 10 serán enviados a una prisión federal.

Según un informe del Consejo Nacional de Justicia el centro penitenciario tiene una condiciones que calificó de "terribles", en donde una unidad alberga a 343 prisioneros, más del doble de su capacidad que es para 163, a lo que se suma un número bajo de oficiales solo 33.

El motín de este lunes fue el más grande en una sola prisión desde el de Carandiru, en Sao Paulo, en 1992 cuando murieron 111 reos y el más reciente se registró en mayo pasado en una cárcel de Manaus y causó 55 muertos, según el diario O Globo.