En lo que se refiere a una solución política, no creo que tengamos que hacer concesiones para silenciar a los manifestantes violentos", declaró en una rueda de prensa.
También advirtió que el impacto económico podría ser peor que el del brote de SRAS en Hong Kong en 2003.
"La desaceleración esta vez vino muy rápido. Alguien lo comparó con un tsunami", afirmó.