NetanyahuAFP.- La campaña electoral se intensifica en Israel a una semana de unas legislativas claves para el futuro de su primer ministro Benjamin Netanyahu, omnipresente en la prensa y en las calles con fotografías gigantes en las que aparece acompañado por sus aliados Donald Trump y Vladimir Putin.

Después de un mes de agosto más centrado en los intercambios de disparos en el límite con la franja de Gaza y posteriormente en la frontera libanesa, los políticos israelíes entran en el esprint final de una campaña que determinará el destino de Netanyahu, el más longevo de los jefes de gobierno israelíes.

En los últimos días de esta campaña, el primer ministro está intentando convencer a los diputados de autorizar la presencia de cámaras en las oficinas de votación con el fin de evitar "fraudes" y garantizar la "transparencia" del voto.

Pero para sus adversarios se trata más bien de un intento de intimidación de los electores que se oponen a su candidatura, sobre todo la población árabe de Israel, e incluso de una estrategia para poner en entredicho un resultado que no le sería favorable.

Un comité parlamentario intenta que este polémico proyecto de ley sea debatido en la Knesset, el Parlamento israelí.

El único fraude en nuestro sistema político es Netanyahu", afirmó su principal rival, Benny Gantz, ex jefe de Estado mayo y líder del partido de centro-derecha "Azul-Blanco", los colores de la bandera israelí.

Estas elecciones no giran en torno a las cámaras sino en torno a la independencia de la justicia", recalcó, refiriéndose a las acusaciones que salpican al primer ministro.

Escándalos de corrupción

En octubre, Netanyahu debe prestar declaración ante la justicia israelí por presuntos delitos de "corrupción", "fraude", "malversación" y "cohecho" en diferentes casos.

En uno de estos escándalos que le salpican, la policía sospecha que Netanyahu y su esposa recibieron un millón de shequels (250 mil euros, 283 mil dólares) en costosos regalos como tabaco, alcohol y joyas a cambio de favores financieros y personales.

Si es acusado formalmente, Netanyahu no tendrá la obligación de dimitir pero sí deberá dejar el cargo si es declarado culpable.

"Vamos Putin, vamos Trump"

En las grandes avenidas de Jerusalén y Tel Aviv, los partidos han colocado grandes pósters con las fotografías de sus candidatos para intentar convencer a los ciudadanos indecisos.

En algunas, Netanyahu aparece estrechando la mano del presidente de Rusia, Vladimir Putin, o el de Estados Unidos, Donald Trump, que reconoció Jerusalén como capital de Israel y también la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967.

"Vamos Putin, vamos Trump, vengan a Jerusalén. El ejército es muy, muy fuerte por aire, tierra y mar. Mañana los partidarios del Likud correrán a las oficinas de votación", dice una publicidad del partido de Netanyahu, mostrando al jefe de gobierno israelí bailando rodeado de jóvenes.