chijoReuters.- Con un frío apretón de manos, el presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, dieron comienzo el lunes a sus primeras conversaciones formales desde que ambos asumieron el cargo, un gran avance en los esfuerzos por mejorar los lazos entre los rivales asiáticos.

Imágenes de televisión mostraron a Abe esperando para que Xi lo saludara en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, una desviación del protocolo habitual en el que el líder chino está esperando para recibir a un invitado.

No se producía una reunión entre líderes de los dos países desde mayo de 2012, cuando los entonces primeros ministros, Wen Jiabao y Yoshihiko Noda, se encontraron también en Pekín.

China y Japón, la segunda y tercera economía más grandes del mundo, han chocado en los últimos dos años sobre unas islas en disputa, su rivalidad regional y el legado de la ocupación japonesa de territorio chino durante la Segunda Guerra Mundial.

La reunión entre Abe y Xi viene después de que diplomáticos de alto rango acordaron la semana pasada trabajar en la mejora de los lazos y señalaron la voluntad de dejar en un segundo plano sus demandas sobre unas islas en disputa.

Este es un primer paso hacia el mejoramiento de las relaciones bilaterales, volviendo a la esencia de una relación mutuamente beneficiosa basada en intereses estratégicos comunes", dijo Abe a la prensa después del encuentro, en el marco de la reunión de los líderes del foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC).

Expertos han dicho que ambas partes acordaron que el enfriamiento en las relaciones diplomáticas está perjudicando unas relaciones económicas vitales, y amenaza con un enfrentamiento militar no deseado que podría arrastrar a Estados Unidos.

La inversión directa de Japón en China cayó más de un 40 por ciento durante los primeros nueve meses del año.

Gerry Curtis, profesor de la Universidad de Columbia, dijo que la aparente rigidez de Xi al saludar a Abe era un guiño a su audiencia nacional, donde persisten los recuerdos de la ocupación japonesa en tiempos de guerra.

Xi tenía que estar preocupado por cómo fuera cubierta la reunión en China", dijo.

Si parecía como si estuviera reuniendo con su mejor amigo, probablemente no sería bien visto", agregó.

Pero Curtis también dijo que, apartando el lenguaje corporal, la reunión fue un avance importante y positivo hacia una reparación de los lazos.