zonaseguridadturca271119AFP.- Human Rights Watch denunció "ejecuciones sumarias" y "expropriaciones" perpetradas en una "zona de seguridad" establecida por Turquía en el norte de Siria para rapatriar a los refugiados instalados en su territorio.

En una ofensiva lanzada el 9 de octubre, Turquía y sus aliados sirios conquistaron una franja fronteriza en el norte de Siria de 120 km de longitud y 30 km de profundidad, estableciendo de hecho una "zona de seguridad" después de expulsar a combatientes kurdos sirios.

Turquía debería investigar las violaciones de derechos humanos, que en muchos casos son potenciales crímenes de guerra, en los territorios que están actualmente bajo su control efectivo", indicó HRW.

Ejecutar a personas, saquear propiedades, impedir que los desplazados regresen a sus hogares son pruebas abrumadoras que muestran por qué la 'zona de seguridad' propuesta por Turquía no será segura", señaló en un comunicado Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Medio Oriente y Africa del Norte.

El objetivo de Turquía es repatriar a los 3.6 millones de refugiados sirios que recibió desde el comienzo del conflicto, en 2011.

El territorio fue conquistado tras una ofensiva que dejó 150 civiles y desplazó a 30 mil personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Whitson acusa a "los grupos que utiliza (Turquía) para administrar el territorio de cometer ellos mismos abusos contra los civiles y discriminaciones por motivos étnicos".

HRW indicó que los combatientes proAnkara no estaban en condiciones de aclarar la suerte de los activistas humanitarios desaparecidos mientras estaban en la zona.

Según la agencia de prensa estatal turca Anadolu, 70 refugiados sirios, entre ellos mujeres y niños, cruzaron la frontera hacia el territorio controlado por Turquía en el norte de Siria.

Sin embargo, varias organizaciones no gubernamentales acusan a Turquía de expulsar por la fuerza desde hace varios meses a refugiados sirios a su país en guerra.