Los funcionarios, integrantes del equipo de trabajo del presidente Alexander Lukashenko, fueron declarados personas "non gratas" y se les negó la entrada a los tres países bálticos.
Ayer, la ceremonia de investidura en Bielorrusia aceleró los planes de la Unión Europea de boicotear a Lukashenko tras las controvertidas elecciones del pasado 9 de agosto, a raíz de las cuales el Parlamento Europeo decidió no reconocer al veterano líder a partir de noviembre, cuando estaba previsto que acabara su actual mandato como presidente.