Además, se han reportado docenas de réplicas que llevaron a las autoridades a advertir de más movimientos que podrían desencadenar un tsunami.

Miles de residentes asustados huyeron de sus hogares hacia terrenos más altos cuando el terremoto de magnitud 6.2 se produjo a 6 kilómetros al noreste de la ciudad de Majene, a una profundidad de 10 kilómetros.

El terremoto y las réplicas dañaron más de 300 casas y dos hoteles, además de arrasar un hospital y la oficina de un gobernador regional, donde las autoridades indicaron que varias personas quedaron atrapadas bajo los escombros.

Al menos 42 personas fallecieron, la mayoría en Mamuju y el distrito vecino de Majene, dijo la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, que agregó que los heridos suman al menos 820.

La actividad sísmica provocó tres deslizamientos de tierra, cortes de suministro de electricidad y daños en puentes que conectan con centros regionales, como la ciudad de Makassar.

Cerca de 15 mil personas han huido de sus hogares desde el terremoto, indicó la Agencia de Desastres, y es probable que la pandemia de coronavirus complique la distribución de ayuda.

Sin duda es uno de los desastres más desafiantes, esta situación fue uno de nuestros temores y ahora estamos implementando toda esa planificación y protocolos", dijo Jan Gelfand, director de la Federación Internacional de la Cruz Roja en Indonesia.