Frente a las dificultades suplementarias que sufren los refugiados a causa de la pandemia, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hizo un llamado en diciembre solicitando 455 millones de dólares.

Ahora la lucha se plantea por las vacunas", señaló el director de la División de Resiliencia y Soluciones de la ACNUR, Sajjad Malik.

2021 es solamente el comienzo. Las campañas de vacunación deberían continuarse en 2022 y más allá, puesto que las vacunas llegan muy lentamente en algunos países”, agregó.

El año pasado, el número de refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo en el mundo excedió los 80 millones de personas, un récord en plena pandemia.

Su situación, con frecuencia precaria, no mejoró durante la pandemia.

En las ciudades, muchas personas han perdido sus empleos y se han empobrecido, en tanto que en las zonas rurales remotas, el acceso a los tests y tratamientos continúan siendo algo difícil.

En un muy corto periodo, cayeron en una espiral de pobreza. Está comenzando a comprobarse ahora", mencionó Sajjad Malik.

Los fondos solicitados por la ACNUR también le permitirán brindar educación a los niños.

Alrededor del 48% de los niños refugiados no asisten a la escuela a causa de la pandemia y las niñas son las más afectadas”, dijo Sajjad Malik.

Muchos de estos niños corren peligro de no regresar a la escuela tras un año sin recibir clases", advirtió.

Al comienzo de la pandemia, las organizaciones humanitarias expresaron su temor por las tasas de infección muy elevadas entre los refugiados.

Hasta ahora, señaló, unos 63 mil refugiados han sido infectados por COVID-19 en todo el mundo.

No obstante, la cifra real sería mucho mayor puesto que muchos no han pasado tests y algunos países no diferencian a los refugiados en sus estadísticas oficiales.