El banco, oficialmente conocido como el Instituto para Obras de Religión (IOR), dijo que presentaron cargos hace algunos meses contra estas tres personas y anunció la incautación recientemente de sus cuentas individuales.
Los medios de comunicación italiano identificaron a los acusados como Angelo Caloia, ex presidente del banco, Lelio Scaletti, ex director general, y el abogado Gabriele Liuzzo.
Aunque el IOR no dio detalles del caso "dada la investigación judicial en curso", el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo a los medios italianos que las tres personas son sospechosas de malversación de dinero.
Según la prensa italiana, los hechos remontarían a los años 2001 a 2008, cuando los sospechosos desviaron presuntamente entre 50 y 60 millones de euros mediante la gestión de la venta de 29 edificios por parte del banco.