La medida se oficializó en un memorándum presidencial dirigido al Departamento de Estado y al Departamento del Tesoro, encargados de supervisar la aplicación del embargo económico, comercial y financiero contra Cuba, desde 1962.

Por la presente determino que la continuación del ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba durante 1 año es de interés nacional de los EUA", dice el documento firmado por el mandatario estadounidense.

El Gobierno de la isla respondió a través del diario Granma.

La medida desconoce el rechazo de la mayoría absoluta de la comunidad mundial, expresada anualmente en la ONU, como sucedió el 23 de junio de este año", señaló.

Además, la calificó como una política genocida que, en el contexto del COVID-19, el Gobierno estadounidense recrudeció de manera oportunista, en su obstinado intento de rendir por hambre, enfermedad y miseria al pueblo cubano.