Ante el aumento de casos y muertes por la variante Delta, Biden criticó duramente a los aproximadamente 80 millones de estadounidenses que aún no se han vacunado, a pesar de que el gobierno paga a las personas que se vacunan.

He firmado una orden ejecutiva que va exigir que todos los empleados del Gobierno federal estén vacunados, y he firmado otra más que exige lo mismo a los contratistas o a quienes deseen trabajar con nuestra administración”, explicó Biden en una conferencia en la Casa Blanca.

“Además, el Departamento del Trabajo exigirá a las empresas con 100 o más trabajadores que su personal esté completamente vacunado. En total, estos requerimientos alcanzarán a casi 100 millones de estadounidenses”, agregó.

Sobre los ciudadanos estadounidenses que no se han vacunado contra COVID-19, dijo: “Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se está agotando y su negativa (a vacunarse) nos ha costado a todos”. Además, aseguró que los no vacunados pueden “causar mucho daño” en momentos en que la variante Delta invade a la población, sobre todo en Texas y Florida.

Las nuevas reglas del Gobierno federal obligan a todos los empleadores con más de 100 trabajadores a exigirles que se vacunen o se sometan a pruebas diagnósticas semanalmente, una medida que afecta a unos 80 millones de estadounidenses.

Además, los cerca de 17 millones de trabajadores en instalaciones hospitalarias que reciben ingresos federales de los planes de salud Medicare y Medicaid también tendrán que estar completamente vacunados. (Boletín)