Hombres armados con piedras y botellas atacaron estaciones de votación en la capital, Puerto Príncipe, y unas dos decenas de centros de sufragio en todo el país se vieron obligados a cerrar debido a la violencia, de acuerdo con funcionarios.

La votación se extendió dos horas en algunas estaciones que abrieron más tarde o tuvieron que suspender la votación.

La nación caribeña de unos 10 millones de habitantes tuvo muchos problemas para construir una democracia estable desde la caída de la dictadura de la familia Duvalier, que lideró Haití de 1957 hasta 1986, y los posteriores golpes de Estado militares y fraudes electorales.

El país también fue devastado por un terremoto en 2010 que arrasó amplias partes de la capital, incluyendo el palacio presidencial, dejando decenas de miles de muertos.

El parlamento de Haití se disolvió en enero después de que las elecciones legislativas previstas en 2011 y 2014 fueron canceladas.

La cámara de diputados compuesta por 119 miembros ha estado vacía desde enero, y el Senado, con sólo 10 de sus 30 miembros, ha fracasado en cumplir un quórum.

"Elecciones creíbles, inclusivas, transparentes y justas son clave para la estabilidad a largo plazo en Haití", dijo Sandra Honoré, Representante Especial del Secretario General de la ONU en Haití, en la víspera de la votación.

El presidente Michel Martelly, que no puede presentarse a la reelección, tiene decenas de candidatos buscando cargos en todo el país bajo el llamado Partido Tet Kale (Calvo) de Haití (PHTK), llamado así por la conocida cabeza calva del mandatario.

El Partido Vérité (Verdad) del ex presidente René Préval y el partido Familia Lavalas, vinculado al dos veces depuesto ex presidente Jean-Bertrand Aristide, también están compitiendo en los comicios.

Se esperaba una baja participación debido a una combinación de pobreza, inseguridad y corrupción política. Los resultados se conocerían solo dentro de seis a 10 días. La segunda vuelta está fijada para el 25 de octubre, el mismo día de la primera ronda de la votación presidencial.

Tras una violenta campaña, las elecciones fueron una prueba para la Policía Nacional de Haití, que ha tomado de las fuerzas de la ONU el control total de la seguridad durante el periodo electoral.

La Red Nacional para la Protección de los Derechos Humanos reportó cinco asesinatos vinculados a las elecciones en el último mes y 26 heridos.

Frantz Lerebours, un portavoz de la policía nacional haitiana, dijo que 26 de los 1,508 centros de votación suspendieron las operaciones debido a disturbios.

La policía intervino en algunos centros de votación para controlar a responsables de partidos políticos que fueron demasiado agresivos en el monitoreo de la votación, de acuerdo con observadores electorales.