El estudio del Instituto JPMorganChase es uno de los primeros en medir los costos directos generados por los impuestos a la importación en empresas con ingresos anuales de 10 a mil millones de dólares, una categoría que incluye a aproximadamente un tercio de los trabajadores del sector privado de Estados Unidos. Estas empresas dependen más que otras de las importaciones de China, India y Tailandia, y los sectores minorista y mayorista serían especialmente vulnerables a los gravámenes establecidos por el presidente republicano.
Los hallazgos muestran claras compensaciones derivadas de los aranceles de Trump, contradiciendo sus afirmaciones de que los fabricantes extranjeros absorberían los costos arancelarios y no las empresas estadunidenses que dependen de las importaciones. Aunque los gravámenes impuestos por órdenes del republicano aún no han aumentado la inflación general, grandes empresas como Amazon, Costco, Walmart y Williams-Sonoma retrasaron el posible ajuste al aumentar sus inventarios antes de la entrada en vigor de los aranceles.
El análisis se presenta poco antes de la fecha límite del 9 de julio, establecida por Trump para fijar formalmente las tasas arancelarias a bienes de docenas de países. El mandatario impuso esa fecha límite después de que los mercados financieros entraran en pánico en respuesta a sus anuncios de aranceles en abril, lo que lo llevó a programar un período de negociación de 90 días cuando la mayoría de las importaciones enfrentaron un arancel base del 10 por ciento. China, México y Canadá enfrentan tasas más altas, y hay aranceles separados de 50 por ciento sobre el acero y el aluminio.
Si los aranceles iniciales del 2 de abril se hubieran mantenido, las empresas analizadas por el Instituto JPMorganChase habrían enfrentado costos directos adicionales de 187 mil 600 millones de dólares. Con las tasas actuales, los 82 mil 300 millones de dólares equivaldrían, en promedio, a 2 mil 80 dólares por empleado, o el 3.1 por ciento de la nómina anual promedio. Esos promedios incluyen empresas que no importan bienes y aquellas que sí lo hacen.
El martes, cuando se le preguntó cómo van las conversaciones comerciales, Trump dijo simplemente: “Todo va bien”.
El presidente ha indicado que fijará las tasas arancelarias debido al desafío logístico de negociar con tantas naciones. A medida que el período de 90 días llega a su fin, solo Reino Unido ha firmado un marco comercial con el gobierno de Trump. Éste anunció el miércoles que había llegado a un acuerdo con Vietnam, mientras que India ha señalado que está cerca de pactar un marco comercial.
Trump dijo en su red social que Vietnam pagará a Estados Unidos un arancel de 20 por ciento sobre todos los bienes enviados “a nuestro territorio” y un arancel de 40 por ciento sobre cualquier transbordo, lo que generalmente significa exportaciones que provienen de China, pero pasan por Vietnam para eludir los aranceles sobre los bienes chinos.
A cambio, Vietnam otorgará a Estados Unidos “ACCESO TOTAL” a su mercado para el comercio, dijo Trump, lo que significa que “podremos vender nuestra producción en Vietnam con un ARANCEL CERO”. Añadió que cree que los SUV “serán una maravillosa adición a las diversas líneas de productos dentro de Vietnam”.
Hay un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que podría surgir más inflación. El banco de inversión Goldman Sachs dijo en un informe que espera que las empresas transfieran 60 por ciento de sus costos arancelarios a los consumidores. La Reserva Federal de Atlanta ha utilizado su encuesta de expectativas de inflación de las empresas para decir que éstas podrían, en promedio, transferir aproximadamente la mitad de sus costos de un arancel de 10 por ciento o de 25 por ciento sin reducir la demanda de los consumidores.
Los hallazgos del Instituto JPMorganChase sugieren que los aranceles podrían hacer que algunos fabricantes nacionales fortalezcan sus roles como proveedores de bienes. Pero señaló que las empresas necesitan hacer planes para distintos resultados posibles y que los mayoristas y minoristas ya operan con márgenes de beneficio tan bajos que podrían tener que trasladar los costos arancelarios a sus clientes.
El panorama para los aranceles sigue siendo muy incierto. Trump había suspendido las negociaciones con Canadá, solo para reiniciarlas después de que el país abandonara su plan de gravar los servicios digitales. De manera similar, el lunes amenazó con más gravámenes a Japón a menos que compre más arroz de Estados Unidos.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo el martes en “Fox & Friends” del canal Fox News que las concesiones derivadas de las conversaciones comerciales han impresionado a los funcionarios de carrera en la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos y otras agencias.
El funcionario dijo que el gobierno de Trump planea discutir los contornos de los acuerdos comerciales la próxima semana, priorizando el paquete de recortes fiscales aprobado el martes por la mayoría republicana en el Senado. El mandatario ha fijado el viernes como plazo para la aprobación del paquete de varios billones de dólares, cuyos costos espera compensar con los ingresos arancelarios (La Jornada)