El 9 de febrero de 1913, los cadetes del Colegio Militar acompañaron al presidente Francisco I. Madero desde el Castillo de Chapultepec hacia el Palacio Nacional, con lo que confirmaron así su patriotismo y lealtad a las instituciones del país, justo cuando iniciaba uno de los episodios más violentos en la historia de México: la llamada Decena Trágica.