¡Hola! Soy Analí Zárate Bravo, jugadora de futbol desde los 5 años, acabo de jugar un mundial de futbol, en Polonia, la "Homeless World Cup".He jugado futbol desde el jardín de niños, todos los días estaba con mi pelota. He disfrutado cada partido. Siempre jugué con niños, incluidos mis 3 hermanos con quien comparto hasta la fecha partidos de futbol.
Siempre quise un equipo de niñas. Agradezco a mi mamá por llevarme a mi primer entrenamiento con mujeres, que fue a los 13 años en la Escuela de Educación Física; después siguió CDIFF y Lobos de Tlaxcala donde entrene con hombres nuevamente. A los 17 años encontré estabilidad en equipos femeniles con Cruz Azul Cecyte, Unión Tlaxcala y actualmente Guerreras de Tlaxcala.
Ahora tengo 22 años y no he dejado de entrenar. En algún tiempo entrene sin tener participación en un torneo, aproximadamente un año, estaba triste porque quería competir. Pero el mantenerme y no desistir trajo buenas recompensas. Ahora juego en la máxima categoría de futbol femenil en el país. Estoy totalmente feliz.
Mi familia es el motor de mi fuerza, de mi inspiración. Son incondicionales. Los quiero mucho.
Agradezco a mis entrenadores que a lo largo de estos años me han formado, apoyado y guiado. Principalmente a mi papá, quien ha dedicado infinidad de tardes a mi aprendizaje, le debo mucho de lo que soy, es mi entrenador y mi amigo. A mis equipos los llevo en el corazón, gracias a todas mis compañeras y compañeros por su amistad, por los inolvidables momentos y por compartir conmigo todo su talento. He aprendido mucho. Admiro a jugadoras tlaxcaltecas que fueron mis profesoras, que ahora son mis compañeras.
Gracias a mi familia, a entrenadores y compañeras he aprendido que el mejor camino es el de la entrega total, no rendirse nunca, ser humilde, respetar, soñar y disfrutar. No sería lo que soy sin ellos. Les dedico este título mundial.
He estado a punto de dejar de jugar, me desanima que exista poco apoyo para el deporte, que no se invierta en él, que no tengamos buenas instalaciones, etc. Pero me animan los incansables amantes del deporte; me han enseñado que aun en la adversidad tenemos que seguir.
Tengo el sueño de que mi Tlaxcala crezca deportivamente. A mis compañeros deportistas les digo: ¡Sigamos! ¡Levantemos el espíritu de nuestra gente! ¡Que el deporte sea una forma de vida! ¡Entrenemos!.