Exhorta IMSS Tlaxcala a detectar anorexia, bulimia y trastornos alimentarios compulsivos

Estar cerca y convivir con adolescentes en las horas de las comidas, facilitará identificar si enfrentan alguno de estos padecimientos.

La anorexia, la bulimia y el trastorno alimentario compulsivo, son considerados trastornos alimentarios de origen multideterminado que conlleva a graves alteraciones del comportamiento alimentario, complicaciones en la imagen corporal y deterioro psicofísico, señaló la supervisora del Primer Nivel de Atención del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, doctora Lisset Romero Gaytán.

Destacó que los trastornos de la conducta alimentaria se ubican entre las enfermedades psiquiátricas más frecuentes en adolescentes y mujeres jóvenes, que suelen ser extremas y se caracterizan por una alteración del patrón de ingesta o de la conducta sobre el control del peso e imagen, que producen un deterioro físico y psicosocial.

“Es importante que los padres de familia detecten los trastornos alimentarios de manera oportuna y atenderlos, ya que se ha identificado que suelen iniciar a edades más tempranas. Una de las características principales, es cuando los niños, adolescentes y jóvenes, se vuelven más reservados sobre sus horarios de comida, formas de comer y gustos, provocando un desarrollo muy sutil que a menudo pasa desapercibido para madres, padres, tutores y familiares”, subrayó la especialista.

Dijo que la anorexia se caracteriza por un temor intenso a subir de peso, aunque al principio pudiera pasar como la intención de cuidar su cuerpo, por lo que hay que observar qué comen y cuánto, vigilar que no haya un rechazo a mantener un peso normal y sobre todo que no tengan una imagen distorsionada de su figura corporal.

Respecto a las personas con problemas de bulimia, en su mayoría suelen ser niñas adolescentes y mujeres jóvenes o adultas, aunque también hay casos que se presentan en hombres pero con menor prevalencia, los cuales no están contentos con su cuerpo, y se dan atracones de comida de manera recurrente, para después provocar su expulsión de manera impulsiva mediante vómitos, ingesta de laxantes, diuréticos, ayunos prolongados y ejercicio excesivo.

 El trastorno alimentario compulsivo consiste en ingerir grandes cantidades de alimento en breve período de tiempo. Al comer compulsivamente, las personas suelen comer más rápido aunque no tengan hambre, tienen la sensación de no tener control y comen hasta que se sienten muy satisfechos, después del atracón no provocan una purga y con el tiempo es significativo el aumento de peso con problemas de salud que derivan en obesidad.

“Es importante diferenciar un trastorno alimentario compulsivo, ya que no es lo mismo que la bulimia. Las personas que padecen un trastorno alimentario compulsivo, también suelen realizar atracones con grandes cantidades de comida, pero no vomitan, ni tampoco intentan otras formas de deshacerse de las calorías, pero intentan limitar la cantidad de comida que ingieren entre cada atracón”, puntualizó Romero Gaytán.

Los tres trastornos alimentarios pueden dañar el corazón, el aparato digestivo, los huesos, los dientes y la boca, además pueden llevar a otras enfermedades, ya que están relacionados con problemas de salud mental como la autolesión, depresión y ansiedad, en la mayoría de los casos suelen estar acompañados de pensamientos y comportamientos suicidas.

Es importante observar las siguientes evidencias: Comer en secreto cuando nadie los observa; tener callosidades en los nudillos, significa que se introduce los dedos en la boca para vomitar; la pérdida del esmalte en los dientes podrían ser la señal de vomitar reiteradamente; abandonar la mesa durante las comidas o apenas se termina de comer para usar el baño; hablar de depresión, tristeza, enojo, vergüenza o culpar a los demás respecto a sus malos hábitos alimenticios.

Estos comportamientos son llamadas de alerta para que inmediatamente se busque atención médica en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que le corresponde, donde se les realizará un chequeo completo, para diagnosticar y tratar de manera multidisciplinaria el tipo de trastorno y evitar riesgos mayores que les puede provocar la muerte. (Boletín)