Pide IMSS Tlaxcala no exponerse a contaminación auditiva innecesaria

El uso excesivo y el volumen alto de audífonos, accesorios y equipos de sonido pueden dañar el oído, provocando pérdida auditiva

El doctor Arquímedes Díaz Parra, coordinador de Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, destacó que las enfermedades del oído abarcan diversas afecciones que pueden afectar al oído externo, medio e interno, causando una amplia gama de problemas como pérdida auditiva, dolor, vértigo y acúfenos.

Entre las enfermedades del oído más comunes se encuentran la otitis, que es una infección que puede afectar el oído medio e interno; la hipoacusia, que es propiamente la pérdida auditiva; la enfermedad de Ménière, que es una afección del oído interno que causa vértigo y los acúfenos ó tinnitus, que son sonidos tipo timbre o zumbidos en el oído (que nadie más escucha) y sensación de presión.

Indicó que entre los daños más frecuentes que puede tener el oído están infecciones u obstrucciones por cerumen en su parte externa; inflamación y endurecimiento de los huesos del oído medio e infecciones más severas en la parte interna. Es por ello que es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas de enfermedad del oído, como dolor, pérdida auditiva, vértigo, acúfenos o hinchazón, inclusive se pueden asociar a una infección respiratoria.

El médico familiar de su Unidad de Medicina Familiar, valorará y otorgará un tratamiento inicial, y en caso de ser necesario, ordenará estudios para referirlo a segundo nivel de atención con otorrinolaringólogo o audiología para diagnosticar y tratar adecuadamente la afección de que se trate; es importante no automedicarse, porque en ocasiones puede resultar en complicaciones.

“El tema de la salud auditiva cobró notoriedad en las grandes ciudades desde el siglo pasado y se empezó a hablar de contaminación auditiva y actualmente, además del ruido externo que nos rodea, el uso sin medida de tiempo de audífonos y accesorios o equipos de sonido a todo volumen, sea para escuchar música, ver películas, series y videojuegos, someten a nuestros oídos a ruidos excesivos, siendo niños y adolescentes un grupo de mayor riesgo si no hay supervisión de los padres de familia”, señaló Díaz Parra.

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Si queremos mantenernos saludables, llegar a la adultez y a la mayoría de edad, escuchando y disfrutando de la interacción, la sociabilidad, la integración familiar y social, se debería considerar que el ruido es dañino si supera los 75 decibelios y doloroso a partir de los 120 decibelios, los rangos en los que nos debemos mover a lo largo del día deben ser inferiores a los 65 decibelios, y para asegurarnos un óptimo descanso deberíamos estar expuestos a ruidos menores de 30 decibelios.

“Para mantener la salud auditiva, se recomienda una alimentación rica en nutrientes como omega-3, magnesio, zinc, vitamina B-12 y antioxidantes, para fortalecer los vasos sanguíneos del oído interno y combatan la pérdida auditiva, por ejemplo, se debe comer salmón, atún, sardinas, nueces, espinacas, aguacate, plátano, carnes magras y semillas de calabaza entre otros, los cuales ayudan a fortalecer los vasos sanguíneos del oído interno y tienen propiedades antiinflamatorias”, recomendó el especialista.

También son importantes ejercicios que mejoren la circulación y reduzcan la tensión. Por lo que se recomienda correr, andar en bicicleta y nadar, mejoran la circulación sanguínea en todo el cuerpo, incluyendo los oídos, lo que reduce el riesgo de pérdida auditiva. Girar lentamente la cabeza hacia un lado, mantener la posición durante 5 segundos y luego girar hacia el otro lado puede ayudar a reducir la tensión en el cuello, que puede afectar la salud auditiva.

El coordinador de Salud Pública exhorto a evitar o reducir el consumo de alcohol, tabaco y cafeína, mantenerse hidratado, dormir de 6 a 8 horas al día, proteger los oídos de la contaminación auditiva, y aprender a manejar las emociones, tensión y el estrés pueden restringir la circulación en el oído y dañar las delicadas células ciliadas que nos permiten oír, por lo que se recomienda practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga que pueden ayudar a reducirlos. (Boletín)