En un comunicado, la Marina informó este domingo que dichos procedimientos, que colocan electrodos diminutos en áreas específicas del cerebro para emitir impulsos eléctricos, buscan disminuir síntomas como temblores y rigidez, mejorar la movilidad y reducir la dependencia de medicamentos en personas que ya no responden a otros tratamientos.
La tecnología tridimensional del sistema permite a los neurocirujanos ubicar con exactitud milimétrica el punto de intervención, lo que se traduce en cirugías más seguras y eficaces. Cada caso es previamente evaluado por un equipo multidisciplinario de especialistas en trastornos del movimiento, neurocirugía y anestesia, que determina la viabilidad del tratamiento.
Con estas operaciones, la Marina no solo amplía su capacidad médica de alta complejidad, sino que coloca al Sistema de Sanidad Naval en la vanguardia de la tecnología médica en el país, ofreciendo una alternativa avanzada para mejorar la calidad de vida de personas con Parkinson severo. (La Jornada)