El país, junto a Brasil, inclinó la balanza en la baja de la pobreza en toda la región, particularmente en el último año. “En México, de los tres puntos porcentuales de reducción, dos puntos se explican por una mejora en los salarios, impulsados en buena medida por el fuerte incremento del salario mínimo, que fue de alrededor de 135 por ciento real entre 2018 y 2025”, explicó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal.
Durante la presentación del Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025, el economista abundó que si bien las remuneraciones en el mercado laboral llevaron la batuta en la reducción de los indicadores de pobreza, también contribuyeron las becas universales, las transferencias a poblaciones vulnerables y la ampliación de pensiones a adultos mayores.
De acuerdo con datos de ingreso recuperados por el organismo, el año pasado México cerró con una reducción de 0.6 por ciento en pobreza extrema y de 3.1 por ciento en pobreza general. El caso mexicano fue determinante para inclinar la balanza en toda la región y fueron los incrementos salariales, por encima de la transferencias de gobierno, los que en mayor medida explicaron esta reducción en las carencias por ingresos, puntualizó la organización.
Uno de cuatro en pobreza
El informe de la Cepal reporta que hasta el año pasado 25.5 por ciento de la población latinoamericana (162 millones de personas) se encontraba en pobreza por ingresos, 2.2 puntos porcentuales menos que en 2023 y el valor más bajo desde que hay datos comparables. A la par, la pobreza extrema cubrió a 9.8 por ciento de la población (62 millones de personas) en 2024, lo que representa 0.8 puntos porcentuales menos que el año anterior, pero estos niveles se encuentran 2.1 puntos por encima de lo registrado en 2014. (La Jornada)