Durante un mensaje en el sitio Aristegui Noticias, la periodista no descartó, de fracasar el diálogo, acudir a los tribunales para dirimir el conflicto con MVS por la vía legal, aunque pidió "dar vuelta a la página" y evitar la ruta jurídica. La empresa no tiene derecho a romper un contrato de forma unilateral pues no es un asunto entre particulares, sino esencialmente un tema donde está en juego la libertad de expresión, dijo.
Aristegui sostuvo que "está echada una maquinaria autoritaria. Hay quien está decidido a la opresión. La falta de libertades significaría una sumisión que no queremos que en México exista". Por ello habló de resistir el "manotazo autoritario", porque "México no está para aceptar prácticas echeverristas".
Si bien el mensaje se transmitió por Internet, se realizaron algunas preguntas por redes sociales.
–¿Es posible relacionar tu despido con las negociaciones de MVS con el gobierno por la banda 2.5 Mhz?
–No tenemos la evidencia contundente, pero todo el entramado sugiere que hubo un tipo de intervención. No podría decir más. Esas historias se conocerán, pero es algo que les toca contar a ellos. Tenemos derecho a suponer que no es una conducta espontánea, que esto no pudo haber sido una ocurrencia, porque nadie imaginaría que no pasaría nada si hacían una cosa como la que está en curso. La manera en la que hicieron las cosas, la manera en la que escalaron el asunto, nos hace pensar pero no tenemos un papel que demuestre que ha habido una intervención gubernamental.
–¿La orden de tu despido y de tu equipo tiene su origen en Los Pinos?
–No me imagino una cosa de este tamaño sin algún tipo por lo menos de anuencia del máximo poder presidencial o de los más altos poderes, pero hacemos el llamado a revertir el golpe. Los modos en los que se han desarrollado las cosas no me hacen reconocer a este grupo empresarial. La virulencia, la manera violenta en que hicieron esta serie de sucesos, cuyo único objetivo era la ruptura y la aniquilación del espacio, hace pensar que había alguien realmente enojado buscando algún tipo de venganza.
En este contexto, no descartó que tuviera que ver la investigación sobre la Casa Blanca de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, la actriz Angélica Rivera; sostuvo que ese reportaje no se transmitió a través del noticiario de MVS, y señaló que reservaría detalles sobre las motivaciones que obligaron a que saliera a través de su sitio de Internet.
Aristegui subrayó que "algo muy grave debió haber pasado" para que los integrantes de la familia Vargas, "siempre caballeros, siempre amables", hayan actuado con las peores formas, "se hayan comportado con virulencia, agresividad, mostrando clara intención no sólo de romper, sino de aniquilar. No empata con los Vargas que yo conozco".
Explicó que le fue notificado su despido a través de cinco personas y un notario la noche del domingo, que llevaron un sobre que fue dejado en un arbusto frente a su casa. Con ello se acrecentaba el conflicto que antes no existía. No había diferendo, enojo o situación que abonara en la idea de una ruptura cercana, nada de ello había. Es un intento de golpe que para nosotros no se ha consumado.
Aseguró que la incorporación a la plataforma Méxicoleaks no fue un error. No hubo dolo, ni ánimo de lucro o de recibir un beneficio, sino de buscar mejores formas de obtener información. En su caso, pudo haberse solucionado a través de una llamada telefónica o en un diálogo en las oficinas.
La postura de Aristegui se fijó en el sito de Internet tras la cancelación de la conferencia de prensa prevista para realizarse en el Museo Memoria y Tolerancia, ante la cantidad de periodistas y simpatizantes que rebasaron las condiciones de seguridad para su realización.
Chao: "no te equivoques, Carmen; lo grave es que no aceptes que te equivocaste"
Por su parte en el mensaje de respuesta a la periodista Felipe Chao Ebergenyi, vicepresidente de relaciones institucionales de Multivisión (MVS), señaló "No te equivoques, Carmen: lo grave, muy grave que nos está pasando es que, una vez más, no puedes aceptar que te equivocaste", al reiterar que la relación contractual con la periodista Carmen Aristegui y su equipo de reporteros está concluida y que no existe posibilidad de reanudarla.
Horas antes había propuesto al presidente de MVS Joaquín Vargas Guajardo una reunión el próximo lunes para hablar sobre el conflicto que sostienen desde hace casi dos semanas, Chao rechazó que el despido haya sido "fraguado con mucha anticipación", que responda a cualquier otro interés que no sea el de la propia empresa, y afirmó que MVS es una compañía en cuya economía la incidencia de los ingresos publicitarios del gobierno federal representa menos de 6 por ciento, por lo que eso les da independencia económica y editorial.
Aprovechó para puntualizar que el verdadero autor del reportaje de la Casa Blanca es el reportero Rafael Cabrera, quien sigue, "y por lo que a nosotros respecta, seguirá trabajando en MVS Radio. Por lo visto, la señora Aristegui ha ignorado algunos detalles en beneficio de su propia causa", sostuvo.
"Que quede claro: lo que desencadenó esta situación fue el ultimátum que la periodista le fijó a la empresa. Nada más, pero nada menos". Destacó que como empresa MVS no pueden aceptar condicionamientos de sus colaboradores, y Carmen Aristegui fijó un ultimátum desde los micrófonos de MVS el viernes 13, y se lo reiteró al presidente de MVS Radio el domingo 15. "El diálogo no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos".
Chao reiteró el respeto de la familia Vargas Guajardo a Carmen Aristegui, pero, dijo, la falta de autocrítica en ella le impidió reconocer que se equivocó. Al mismo tiempo insistió en que la empresa da la bienvenida a plataformas como Méxicoleaks y cualquier otra que esté a favor de las mejores causas para la sociedad.
La periodista Carmen Aristegui es responsable de fijar condicionamientos y un ultimátum, que, por cierto, hoy reiteró a la administración de MVS Radio, para imponer su voluntad. Y MVS Radio es responsable de no aceptar ni desafíos ni condiciones. MVS se hace responsable de su libertad de empresa y de contratación, libertades, Carmen, tan valiosas y apreciadas como tu libertad de expresión.
Pasadas las 21 horas de ayer, Felipe Chao expuso en la postura de MVS que es falso que se haya transgredido la libertad de expresión de Aristegui a través de los lineamientos editoriales que emitió a mitad del conflicto, y aseguró que "la afirmación de la periodista pretende eludir la atención respecto de los verdaderos motivos de este conflicto al que ella llama artificial por así convenir a sus intereses".
La terminación del contrato, sostuvo, "obedece única y exclusivamente a que la periodista fijó como condición inamovible para resolver el problema que enfrentamos la reinstalación de dos reporteros, por lo que MVS se negó a aceptar lo que consideró un ultimátum.
"No te confundas, Carmen: lo grave, muy grave que nos está pasando es que, una vez más, no puedes aceptar que te equivocaste".
Chao Ebergenyi afirmó que Aristegui no quiso discutir los lineamientos editoriales, fijó el ultimátum a la empresa desde sus propios micrófonos, y lo reiteró al presidente de MVS Radio. "Que quede claro. Lo que desencadenó esta situación fue el ultimátum que la periodista le fijó a la empresa. Nada más, pero nada menos".
El ejecutivo explicó que "dos de nuestros reporteros llevaron a cabo una alianza utilizando el nombre de MVS sin tener facultades para ello, ni haberlo consultado con la empresa. De hecho, nosotros nos enteramos de esta situación a través del anuncio que la propia Carmen Aristegui hizo por conducto de los micrófonos de MVS Radio. El día anterior a tu anuncio, estuviste con el presidente de la compañía y no tuviste la atención de informarle siquiera de tu proyecto, el que, según el propio reportero despedido, llevaban preparando desde hacía ocho meses. La que faltó a las formas fuiste tú, Carmen. Los desplegados fueron nuestra respuesta".
Para sostener que el despido no fue planeado ni respondió a razones "extrañas o inexplicables", ofreció elementos de la relación contractual, como que en diciembre pasado, cuando a poco de la difusión del reportaje de la Casa Blanca, su contrato fue renovado. Hace 15 días se le autorizó la compra del automóvil de lujo, se renovaron las cortinillas para la difusión de su noticiario en el Canal 52 MX y a la mayoría de su equipo se les incrementó el sueldo.