Once Noticias.- En minutos puede cambiar la vida de muchos, de todo un país.Después de que el pasado 23 de febrero el crucero MSC Meraviglia, salió de Miami, Florida, Estados Unidos con rumbo a las Islas Caimán y Jamaica, su itinerario tuvo un giro de 180 grados al descubrir que a un integrante de la tripulación se le detectó influenza tipo A, con posibilidades de que fuera coronavirus.
Ante esta situación, los gobiernos de estos países se opusieron radicalmente a que la embarcación de una empresa ítalo suiza atracara en sus costas por temor a un contagio.
En México se prendieron las alertas al saber que dicho crucero se dirigía a las costas de Quintana Roo. El gobernador, Carlos Joaquín González, la noche del miércoles informó que la nave no tenía autorización para atracar en Cozumel.
Por la mañana, el Presidente López Obrador informó que sería inhumano negarle la entrada y, por lo mismo, su gobierno permitió que atracara en Cozumel para poder hacer el desembarco de pasajeros.
Por la tarde se informó que también una menor de edad fue detectada con los mismos síntomas y se les hicieron las pruebas rápidas dando positivo, pero solo para influenza. Y se prometió que, de todos modos, habría apoyo pleno para los pasajeros.
Resultaran positivos para influenza podrían descender ellos y todo el resto de la tripulación y los pasajeros parqueen México hay influenza igual que lo hay por todo el mundo. Si resultaran positivos se les atendería”, señaló Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
La Secretaría de Salud de Quintana Roo informó que, con base en análisis practicados por Sanidad Internacional, adscrita a los servicios estatales de salud, se descartó que los pacientes en cuestión presenten coronavirus.