El asesor de seguridad presidencial Serguéi Shoigú declaró que los trabajadores ayudarían a reconstruir la estratégica región fronteriza, invadida por el ejército ucranio el pasado agosto y recuperada por las fuerzas rusas a principios de este año.
El envío de los trabajadores fue tema de discusión en la reunión de Shoigú con el líder de Corea del Norte Kim Jong-un, informó el miércoles la agencia de noticias estatal KCNA.
El encuentro entre el líder norcoreano y Shoigú, secretario del Consejo de Seguridad ruso y estrecho colaborador del presidente Vladímir Putin, tuvo lugar el martes en Pyongyang, donde ambos conversaron sobre una “operación militar especial” en la región de Kursk.
Es la segunda reunión del ex ministro de Defensa ruso con el mandatario en menos de tres meses.
También trataron los planes de cooperación mutua para la reconstrucción de la región de Kursk por parte de Moscú, aseguró KCNA.
Además, hablaron de conmemorar las “hazañas heroicas” de las tropas norcoreanas que lucharon junto a los rusos en Kursk.
En abril, Putin felicitó a su ejército luego de que Rusia afirmara haber expulsado a todas las tropas ucranianas de Kursk con la ayuda de soldados norcoreanos. Kiev ha negado haber perdido territorio en Kursk.
Sus comentarios tuvieron lugar poco después de que Corea del Norte admitiera que había enviado tropas a combatir por Rusia en la guerra contra Ucrania.
KCNA informó que el partido gobernante de Corea del Norte habría declarado que su contribución en Kursk fue una muestra del “más alto nivel estratégico de la férrea amistad militante” con Rusia.
La reciente decisión de Corea del Norte de enviar trabajadores a Rusia fue criticada por Corea del Sur, cuyo Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó el miércoles que esta medida supondría una clara violación de las sanciones de la ONU. El ministerio instó a Pyongyang a poner fin de inmediato a este tipo de cooperaciones con Rusia.
Por su parte, el presidente surcoreano, Lee Jae-myung, y el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, acordaron continuar su cooperación en lo que respecta a Corea del Norte durante su encuentro en la cumbre del G7 en Canadá, informaron sus respectivas oficinas.
Según agentes de inteligencia estadunidenses, surcoreanos y ucranios, Corea del Norte envió más de 10 mil soldados a Rusia el pasado otoño, en su primera participación en un conflicto armado importante desde la Guerra de Corea entre 1950 y 1953.
Más de 6 mil de ellos murieron o resultaron heridos en combate en Kursk, señaló el domingo el Ministerio de Defensa británico en un balance.
“Es muy probable que las fuerzas de la República Popular Democrática de Corea hayan sufrido más de 6 mil bajas en las operaciones ofensivas de combate contra las fuerzas ucranis en el óblast ruso de Kursk”, declaró el ministerio, utilizando el nombre oficial de Corea del Norte. (La Jornada)