Aumentan a 59 los muertos por inundaciones en Texas, EU

El número de víctimas mortales por las catastróficas inundaciones de Texas ascendió a 59 el domingo, entre ellas 21 niños, según informaron las autoridades, mientras la búsqueda de las niñas desaparecidas de un campamento estival entró en su tercer día.

Larry Leitha, sheriff del condado de Kerr, en Texas Hill Country, epicentro de las inundaciones, dijo que 11 niñas y una monitora siguen desaparecidas de un campamento cercano al río Guadalupe, que se desbordó tras las lluvias torrenciales caídas en la zona central de Texas el viernes, festividad del Día de la Independencia de Estados Unidos.

 Leitha dijo que hay 18 adultos y cuatro niños pendientes de identificación. No dijo si esas 22 personas están incluidas en el recuento de 59 fallecidos.

Las autoridades informaron el sábado de que más de 850 personas fueron rescatadas, algunas de ellas aferradas a los árboles, después de que una repentina tormenta descargó hasta 38 centímetros de lluvia en la zona de Texas Hill Country, a unos 140 kilómetros al noroeste de San Antonio. No estaba claro cuántas personas seguían desaparecidas en la zona.

"Todo el mundo en la comunidad está sufriendo", dijo Leitha a los periodistas.

Algunos expertos cuestionaron si los recortes a la fuerza de trabajo federal por parte del gobierno, incluida la agencia que supervisa el Servicio Meteorológico Nacional, hicieron que los funcionarios no pudieran predecir con precisión la gravedad de las inundaciones y emitir advertencias adecuadas antes de la tormenta.

 El presidente Donald Trump y su administración han supervisado miles de recortes de empleos de la agencia matriz del Servicio Meteorológico Nacional, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), dejando a muchas oficinas sin personal suficiente, según el ex director Rick Spinrad.

Si bien dijo que no sabe si esos recortes de personal influyeron en la falta de aviso previo de las inundaciones de Texas, afirmó que inevitablemente reducirán la capacidad de la agencia para ofrecer previsiones precisas y oportunas.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que supervisa la NOAA, dijo que una alerta de inundación "moderada" emitida el jueves por el Servicio Meteorológico Nacional no había pronosticado con precisión las lluvias extremas, agregando que el gobierno está trabajando para actualizar el sistema.

La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Joaquín Castro, congresista demócrata por Texas, indicó en el programa "State of the Union" de CNN que podría ser peligroso tener menos personal en el servicio meteorológico.

"Cuando hay inundaciones repentinas, existe el riesgo de que si no se tiene el personal (...) para hacer ese análisis y las predicciones de la mejor manera haya una tragedia", comentó.

Se esperaban más lluvias en la zona el domingo. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta de inundaciones para el condado de Kerr hasta las 13.00 hora local.

La catástrofe se desencadenó rápidamente el viernes por la mañana, cuando las lluvias, más intensas de lo previsto, elevaron con rapidez las aguas del río hasta nueve metros de altura.

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, dijo en rueda de prensa el sábado que pidió a Trump que firme una declaración de desastre, lo que desbloquearía la ayuda federal para los afectados. Noem indicó que Trump atenderá esa petición.

Las 11 niñas desaparecidas y la monitora pertenecían a Camp Mystic, un campamento cristiano de casi un siglo de antigüedad, que contaba con 700 niñas residentes en el momento de la inundación.

El campamento era un escenario de devastación. En el interior de una cabaña, las líneas de barro que indicaban la altura a la que había subido el agua se encontraban al menos a 1,83 metros del suelo. Había armazones de camas, colchones y objetos personales cubiertos de barro. Algunos edificios tenían ventanas rotas y a uno le faltaba una pared. ( La jornada)