La festividad conmemora el día en que los parisinos asaltaron la fortaleza y prisión de la Bastilla el 14 de julio de 1789, acontecimiento que desencadenó la Revolución Francesa y acabó derrocando a la monarquía. En los dos siglos siguientes, Francia fue testigo de la ascensión y caída del imperio de Napoleón, seguida de levantamientos y dos guerras mundiales, antes de asentarse en la V República actual, establecida en 1958.
El Día de la Bastilla se ha convertido en una fiesta central de la Francia moderna, que celebra la democracia y el orgullo nacional. El desfile militar bajo el Arco del Triunfo tuvo tal impacto en el presidente de Estados Unidos, Donald Trump en 2017 que le inspiró a organizar su propio desfile a principios de este año.
El lunes, el presidente francés, Emmanuel Macron, pasará revista a las tropas y volverá a encender la llama eterna bajo el Arco del Triunfo. El acto de París incluirá el sobrevuelo de aviones de combate que dejarán una estela de humo rojo, blanco y azul. Por la noche, habrá un espectáculo de luces de drones y fuegos artificiales en la Torre Eiffel.
Un 14 de julio cada vez más internacional
Todos los años, Francia acoge a un invitado especial para el Día de la Bastilla, y este año es Indonesia, con el presidente Prabowo Subianto en representación del mayor país del mundo de mayoría musulmana, que es también un importante actor económico y militar asiático.
El domingo, Subianto se reunió con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mientras Indonesia y Bruselas alcanzaban un acuerdo comercial que garantiza el acceso libre de aranceles de los productos indonesios a la UE.
En el desfile del lunes participan tropas indonesias, entre ellas 200 tamborileros, y se espera que Indonesia confirme nuevas compras de cazas Rafale y otros equipos militares franceses durante la visita.
También desfilarán por París tropas finlandesas que sirven en la fuerza de la ONU en Líbano, así como tropas belgas y luxemburguesas que sirven en una fuerza de la OTAN en Rumanía, lo que refleja el carácter cada vez más internacional del evento.
Entre los dignatarios invitados estará Fousseynou Samba Cissé, que rescató a dos bebés de un apartamento en llamas a principios de mes y recibió una invitación de última hora en una llamada telefónica del propio Macron.
Legión de Honor a Gisèle Pelicot
Francia también concede premios especiales el Día de la Bastilla -incluida la más prestigiosa, la Legión de Honor- a personas notables. Entre los galardonados de este año figura Gisèle Pelicot, que se convirtió en una heroína mundial para las víctimas de la violencia sexual durante un juicio de cuatro meses en el que su marido y decenas de hombres fueron condenados por agredirla sexualmente mientras estaba drogada e inconsciente.
En la víspera del Día de la Bastilla, Macron anunció un gasto militar francés adicional de 6.500 millones de euros en los próximos dos años debido a las nuevas amenazas, que van desde Rusia hasta el terrorismo y los ataques en línea. El líder francés pidió intensificar los esfuerzos para proteger a Europa y apoyar a Ucrania.
"Desde 1945, nuestra libertad nunca ha estado tan amenazada, y nunca tan seriamente", dijo. "'Estamos viviendo una vuelta a la amenaza nuclear, y una proliferación de grandes conflictos". (Euronews)