En términos anuales, representa una elevación del 2.7 por ciento, respecto del año anterior con un incremento anual del 2.4 por ciento, luego de la imposición de aranceles a diversos países del mundo.
Los alimentos y la gasolina son los productos que han resentido más el aumento de precios. La magnitud de los aranceles, así como su intermitencia, han generado incertidumbre en las empresas y en los consumidores estadounidenses, ya que es difícil determinar qué subirá de precio.
Algunas empresas han empezado a acumular inventarios prearancelarios para tratar de mitigar el impacto de la eventual subida de precios.
Asimismo, algunas ramas de la economía como la de los viajes, han experimentado una baja en los precios, debido a la incertidumbre de la población.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha impuesto aranceles generales del 10 por ciento sobre todas las importaciones, además de gravámenes del 50 por ciento sobre el acero y el aluminio, del 30 por ciento sobre los productos de China y del 25 por ciento sobre los automóviles importados.
La semana pasada, el presidente amenazó con imponer un nuevo arancel del 30 por ciento a la Unión Europea a partir del 1 de agosto. (Once Noticias)